Historias extraordinarias

Historias extraordinarias

Argentina, 2008

Dir. Mariano Llinas

Elenco: Mariano Llinas, Walter Jacob, Agustín Mendilaharzu.

Sin temor a decirlo una de las mejores películas de los últimos años, una película que toma la esencia misma del cine, la de contar historias a través de la linterna mágica.

Como bien lo anuncia su titulo, la película de este brillante Mariano Llinas, cuenta tres historias extraordinarias, la de X, Z y H, tres historias que son presentadas en los primeros minutos y cuya presentación salta de X a Z y finalmente a H y que luego continuara de esa misma manera contando los diferentes capítulos de cada una de las historias. Cada una de ellas relatada por un trío de voces en off correspondiente a cada una de las historias. Las historias comienzan como tres historias sencillas, comunes y casi identificables quizás como cotidianas, pero poco a poco irán complejizándose de manera tal de tornarse absolutamente extraordinarias, tanto por lo fantástico del relato como lo increíble y fascinante de los desenlaces.

El director tuvo más de un reto y algunas libertades que no todos los directores deciden tener al momento de encarar este extraño proyecto que le otorgó a lo largo del año de estreno respeto, admiración (premiada en el festival de Miami), buena y mala critica o al menos ambigua. Es que Llinas, que antes había realizado el documental Balnearios y la ficción La más bella niña, con un presupuesto bajo decide realizar la película con cuatro horas de duración, casi sin diálogo entre los actores y con una permanente voz en off en cada una de las historias. Claro que planteado así, parece el proyecto de un loco egocéntrico que más que una obra genial, parece pretender pasar a la posteridad por una rareza cinematográfica. El resultado finalmente, luego de cuatro horas en la butaca es una obra genial, un excelente guion que tiene un relato sumamente interesante y fantástico, que hace de cada una de las historias de simples personajes, historias de misterio, con acción, asesinatos, robos, amor y suspenso y donde se mezclan todas las posibilidades, además de que cada historia se ramifica en otras, pequeñas historias extraordinarias de los personajes secundarios, que tienen su momento de protagonismo dentro de las historias principales. No son menores, ni pasan desapercibidas, la música a cargo de Gabriel Chwojnik y la fotografía de Agustín Mendilaharzu (además uno de los protagonistas), que nos muestra una provincia de Buenos Aires casi desconocida, hermosa, atractiva y escenario ideal para las más diversas historias relatadas a lo largo de la película.

Cuatro horas de duración pueden asustar a los espectadores, lo único que puede quitar ese miedo es embarcarse y dejarse llevar por estas historias extraordinarias, relatos fantásticos que junto a los fotogramas logran dar vida eterna a una de las mejores películas de los últimos años.