martes, 29 de septiembre de 2009

El ave negra/Killshot


USA, 2008

Dir. John Madden

Elenco: Mikey Rourke, Diane Lane, Thomas Jane, Joseph Gordon- Levitt.

Armand Degas es un frío asesino a sueldo que tiene como regla no dejar cabos sueltos. Richie es un sicótico que es apadrinado por Degas.

El matrimonio Colson se encontrara en el lugar y el momento equivocado y pagara las consecuencias.

Killshot es un buen nombre para un thriller, Black bird es un muy buen nombre para un asesino, mestizo y que da miedo y El ave negra es el título en español de esta película basada en la novela homónima de Elmore Leonard (Jackie Brown, Las reglas del juego), según parece un exitosa de la novela policial.

A mitad de camino de “Una historia violenta” de David Cronemberg, esta historia cuenta como todo lo que puede salir mal, sale mal. Donde se encuentran dos caminos completamente distintos, cuatro personas que están en las antípodas y nunca deberían cruzarse, se cruzan. Cuando la dupla compuesta por dos temibles y dispares personajes, muy bien interpretados por el veterano y cada vez con más colágeno Mikey Rourke (da miedo de verdad), quien hace de sus silencios momentos de verdadera tensión y su aprendiz Richie, interpretado por Gordon-Levitt, quien interpreta a un joven sicópata, totalmente descontrolado y exasperante, a quien el espectador mismo dispararía, intentan concretar una extorsión. En ese momento se encuentran con un matrimonio que está en vías de desaparecer, él desempleado y fracasado, ella (Diane Lane) totalmente desilusionada con su vida. El intento de extorsión no funciona gracias a Wayne(Thomas Jane, The Punisher), el esposo, un obrero grandote que no se hace problema para defenderse, claro que no sabe con quién trata y cuando cree que logra deshacerse de los dos supuestos ladrones, es cuando comienza su peor pesadilla.

Al parecer el director Madden (Shakespeare apasionado) no tuvo demasiado trabajo al cambiar de género, la historia es buena (algunos dicen que es mejor el libro), los actores saben lo que hacen y por momentos se destacan, creando de la mano del relato buenos momentos de novela negra. Al comienzo se encargan de aclarar que Tarantino es el productor y uno lo confirma sin ninguna duda con la actuación de Rourke, otro excelente resucitado al igual que el fallecido David Carradine, pero por alguna razón Tarantino no fue el director y esto también se deja entrever. Buena historia, buenas actuaciones.

lunes, 28 de septiembre de 2009

La Zona


Mexico / Espana

Dir. Rodrigo Pla

Elenco: Daniel Gimenez Cacho, Maribel Verdu, Daniel Tovar.

Barrios privados, countries, barrios cerrados, chalet o simplemente refugios para la inseguridad.

En esta ocasión, es La zona, un barrio cerrado y fortificado, de lujo que se encuentra en medio de una urbe que lo rodea y amenaza. La diferencia es tan grande entre los selectos habitantes de La zona y los de fuera, que ante un evento fortuito donde la seguridad del lugar se ve violada, tres rateros de poca monta, deciden ingresar a robar. Desde el comienzo todo sale mal y de los tres ladrones que ingresaron, al finalizar la primer noche solo sobrevive Manuel. La elite de copropietarios se ve amenazada, su castillo no es tan seguro como lo creían y esto trae como consecuencia la desesperación de personas que viven encerradas en un mundo ideal y supuestamente seguro, por lo que deciden iniciar una cacería y casar al ladrón.

Rodrigo Pla y Laura Santullo son uruguayos y esposos, además son el director y la guionista de esta película de suspenso filmada en México con apoyo español.

Bien dijo el maestro Luis Buñuel, que filmaba surrealismo en México, por que ese era un país surrealista y así parece, al menos, Pla se encarga de mostrarnos La zona como un lugar donde suceden cosas surrealistas y no tanto. El lugar tiene todo, altos muros con cercas eléctricas, cámaras, gimnasio y hasta un colegio, todo para que nadie tenga la necesidad de salir y exponerse al mundo real. Claramente el director aborda el tema de la inseguridad o del sentimiento de inseguridad que perciben las personas, como forma de mostrar la perdida de todos los valores, pagando a cualquier precio, una seguridad de la cual finalmente somos prisioneros.

Existen tres etapas bien marcadas y son los momentos en que el espectador desde su lugar comienza a acomodar el cuerpo. En principio, todo parece normal en los tiempos que corren, donde nada es seguro, ni siquiera tus vecinos y uno se hace a la idea de que es cada vez más común ver gente que decide (y puede) mudarse y aislarse en barrio privados. En segundo lugar el espectador también reconoce, que tal seguridad es relativa y comprende algunas de las primeras reacciones, aunque comienza a tomar una postura respecto al desarrollo del relato, condicionado todo el tiempo por una imagen gris, días de lluvia y un suspenso que no corresponde con la tranquilidad de La zona. Finalmente la incomodidad es total y el resultado impactante.

Pla recibió el premio a mejor opera prima en el Festival de Venecia y es que La zona es una muy buena película de suspenso y además recomendable para algunas figuras públicas que creen hablar de la inseguridad y sus soluciones con propiedad, al parecer es más complejo y aquí hay un ejemplo.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Historias alemanas.



Hoy en día conviven en la cartelera montevideana dos películas totalmente distintas a primera vista y con más de un punto en común en una segunda mirada.

Claramente el primer punto de encuentro entre Nube 9/Nunca es tarde para amar, del alemán Andreas Dresen y El Lector, del director inglés Stephen Daldry, es que transcurren bajo el mismo cielo.


Nube 9/Nunca es tarde para amar.

Alemania 2008

Director: Andreas Dresen

Elenco: Ursula Werner, Horst Rehberg, Horst Westphal.

Como lo menciona el titulo, nunca es tarde para amar, aunque si es raro ver en cine una historia de amor de la tercera edad y además con escenas de sexo a las que este arte no había dedicado fotogramas.

La historia que se cuenta en Nube 9, transcurre en torno a un triangulo amoroso conformado por Inge, una costurera, madre y abuela, inmersa en una vida rutinaria y serena, casada con Werner, que carga con la responsabilidad de ser el empleado más antiguo de su empresa, cansado y con miedo a un futuro incierto. El tercero en esta historia es Kart, un octogenario con el espíritu de un joven que no se siente viejo.

La atracción adolescente y totalmente sexual que sentirán Inge y Kart no parece coincidir con los de sesenta y pico de Inge y los casi ochenta años de Kart, este sentirse joven en un cuerpo que muestra el ineludible paso del tiempo dispara una serie de situaciones inesperadas, sentimientos encontrados y hechos que condicionaran el devenir de los hechos y la relación que une a este particular trío.

Más allá o más acá del efecto que el director de manera más que clara intenta dar, la película es mucho más que el sexo en los adultos mayores. Se trata de contar un tema casi tabú, desde una historia común, pero con personajes no convencionales para este tipo de historias, adultos mayores protagonizando adulterio, sexo casual, bañándose desnudos, sintiendo placer y dolor, demostrando y demostrándose que también están vivos.

Este drama tan interesante como diferente aborda la complejidad de las relaciones humanas, la cual no tiene edad y esto se demuestra a lo largo de la película con una mirada sumamente intimista y realista.


El Lector.

Estados Unidos/ Alemania

Director: Stephen Daldry

Elenco: Kate Winslet, Ralph Fiennes.

Michael Berg es un joven estudiante de secundaria, al que en los años 50 el azar conduce a conocer a Hanna, una inspectora de tranvía que lo dobla en edad. Hanna ayuda a Michael y este vuelve tiempo después para agradecerle el gesto, pero este segundo encuentro dará inicio a una relación con la que Michael cargará el resto de su vida. Ambos comienzan una relación clandestina, con encuentros diarios con la única finalidad de tener sexo, al punto que desconocen sus nombres y sus vidas por completo. A lo largo del tiempo esta relación no cambiara demasiado, simplemente el joven protagonista tendrá como tarea, leer las obras que estudia a su amante, logrando así acceder a su bien mas preciado, Hanna.

El director Stephen Daldry repite su interesante manera de contar historias duras, como sus anteriores Billy Elliot y Las Horas, donde la atención parece centrarse en la situación puntual por la que pasa el protagonista, una historia más bien simple y comprensible, pero donde en realidad se esconden demasiadas sorpresas y complejidades. La historia de El Lector, basada en la novela homónima del Alemán Bernhard Schlink, es mucho más que la iniciación sexual de un adolescente con una amante que lo convierte casi en un esclavo del sexo y la lectura. Tanto la película como el libro, nos introducen muy lentamente en la trama, permitiéndonos ver en un comienzo, simplemente una parte de la historia y dejando que paso a paso el espectador vaya introduciéndose en un laberíntico relato, en el que se encuentran las ramificaciones más inesperadas de esta historia. Relato e historia son mucho más que el fresco de dos amantes clandestinos, funcionando como hilo conductor para mostrar de manera ambiciosa a la sociedad alemana de posguerra y su incesante intento de sanar las heridas y borrar los rastros, que muchos años después continúan apareciendo del nazismo.