martes, 18 de octubre de 2011

RAMON BURGOS

Ramón era hijo de don Tito Ferreira y de doña Isidra Mosqueira.
Criado como todos sus hermano y hermanastros en una total humildad, siendo el río la principal fuente de ingresos, otorgados por una generosa pesca en aquellos tiempos, la caza, le leña de la cual no solo era comercializada como tal, sino también derivándola en carbón como otra alternativa.
Pero toda su vida en el río.
Allí lo conocí, en ese río Hum (denominación de nuestros charrúas) que tanto amamos y seguimos amando quienes a él tornamos siempre en busca de paz, descanso, pesca o un simple chapuzón.
Ramón practicamente muy poco venía al pueblo, por lo que nunca lo había visto por San Gregorio, hasta conocerlo allí, donde era su hábitat.
Corría 1980 y con mi hermano de la vida Artemio Conde, docente del liceo polaqueño, hoy jubilado como Director del mismo, decidimos pasarnos una semanita por el Arroyo Malo y en bote a remo partimos de San Gregorio acompañados de Inocente de los Santos (cuñado de Ramón) y Andrés su hijo.
La bajante del río ese año era muy grande y no pudimos ir mas allá de un lugar llamado Monte Verde que queda en donde desemboca el Malo con el Hum.
Allí estaba Ramón con su padre acampado esperándonos ya con un capibara muerto para degustarlo con nosotros.
La  "casa" en donde vivía Ramón, era una aripuca de troncos, tipo indio, atados con un tientode carpincho y rodeado de paja, juncos y ramas.
Ahí vivía. A pocos metros un horno de tierra hecho para quemar leña y hacer carbón que luego cambiaba en lugares cercanos por víveres (que no eran más que tabaco, vino y yerba).
Con Ramón aprendi a cazar carpinchos sin disparar un tiro.
Asombrado lo acompañé en varias oportunidades a cazar un carpincho a pedradas. Sí así como suena.
Su perro (que en el monte le faltaba hablar) iba por tierra, monte adentro hasta traer hacia el arroyo algún peloduro, que al caer al agua, solo un rastreador como Ramón podía "leer" en el zambullón del animal, para que lado agarraba por abajo del agua y remar desenfrenadamente hacia su lugar de palpite y al sacar la cabeza, le llovían dos o tres pedradas y así hacer zambullir hasta cansar el carpincho que luego sacaba la cabeza para respirar cada vez mas cerca del bote y de su afilada chuza que lo terminaba de liquidar. Sin un tiro, un carpincho en el fogón.
Como ésta, mil cosas aprendí con él. Rastreador como nadie y conocedor como pocos del monte (hablo del monte del Malo que tiene varias leguas de ancho y muchos kilometros de largo).
Setiembre de 1986.
Ramón acampaba en la boca del arroyo Sarandí, donde se junta con el Negro.
Hasta ahí llegó don Tito encontrando solo al campamento. Ni bote, ni perro, ni Ramón.
A escasos 500 metros de allí nos encontró remando río arriba en donde nos contó su preocupación al que en el fogón estaba su olla, su caldera, su mate, elementos todos que Ramón llevaría en caso de remar hasta Ramírez a llevar carbón o hasta cualquier otro lugar que le insumiera mas de un día de remada.
No estaba.
A la semana y media, apareció su cuerpo. A escasa cuadra y poco de su campamento.
Había sido fondeado con piedras en el lecho de su propio río, junto a su bote y su perro.
Su cabeza además de una bala calibre 22, presentaba un fuerte golpe con una pesa de hierro (de las utilizadas para "fondear"  espineles). Puñalada en el tórax.
Su cuerpo había sido atado a bolsas de plastillera rellenas de piedra para que se lo llevaran al fondo.
Las mismas se rompieron a los días, producto del roce con el fondo pétreo del río y la presión hacia arriba que efectuaba el cuerpo hinchado y descompuesto de Ramón...
Policías de La Paloma de Durazno lo buscaban y fueron quienes encontraron su cuerpo apenas visible entre los sarandices costeros, bajo una persistente lluvia de ese setiembre negro.
Miles de hipótesis.
En esos días fueron apresados por la policía de Tacuarembó 4 ciudadanos brasileños que en sendas camionetas, portaban en freezer acondicionado a tal fin, importante stockde mulitas, perdices y peces de todas las especies.
Era muy común en aquellos días que vinieran brasileros y depredaran vergonzosamente nuestra fauna.
Todos vimos y muy pocos hicieron algo.
Ramón lo hizo, cortó redes, robó trasmallos y espineles y quizás fuera este el principal motivo de la venganza brasilera.
También hay otras versiones. Que los pescadores, gente de río o simplemente "los boteros" no son bien vistos por estancieros.
Lo cierto es que, los brasileros que mencioné arriba recobraron su libertad y partieron a su tierra, sin su carga de presas, pero libres.
Hasta ahí no se sabía de la muerte de Ramón, ni que esas personas, por haber estado por esas horas en la zona (entrarona la estancia que les permitía el acceso hasta el río en la tarde, partiendo por la mañana siguiente).
Eran sospechosos. Solo que la policía se dio cuenta de dicha posibilidad, cuando esta gente hacia varios que estaba Brasil adentro.
Hoy sigue siendo un misterio y su muerte ha quedado impune para siempre.
Las dudas de todos siguen.
De sus amigos, de su familia.
Fueron esos brasileros?
Fueron otros, mandados por otros?
Quizás... Nadie lo determinará ya.
Lo único que queda ahora, es su recuerdo, cuando este próximo 21 de setiembre se cumplan 25 años de su impune muerte y el compromiso que jure cantando... "mientras  que no haya justicia, el que no calla soy yo..."

Agosto 2011. EL TIMON (Publicación del SUNTMA/ PIT-CNT

La doctrina del shock tiene cura.


Naomi Klein es una periodista y militante antiglobalización canadiense, que  comenzo a estudiar al capitalismo  y sus consecuencias en la sociedad, sus investigaciones la llevaron a escribir en 2007 el libro La doctrina del shock, que derivó en el documental del mismo nombre en el año 2009, bajo la dirección de Michael Winterbottom y Mat Whitecross.
Libro y documental toman como punto de partidas las teorías económicas del Premio Nobel de economía Milton Friedman y la Escuela de Chicago, las cuales han alcanzado relevancia en países emergentes (y de los otros tambien) y donde se practica el libre mercado. Este trabajo intenta demostrar como estas teorías no han sido tomadas por los distintos países al rededor del globo por su popularidad, sino que han sido impuestas mediante impactos sociales como las dictaduras o en momentos de impactos naturales. Momentos en los cuales la confusión y conmoción social es tal, que los gobiernos neoliberales, siempre bien asesorados por los llamados "Chicago Boys", tienen carta libre para imponer las reformas mas impopulares posibles con el solo fin de salvar la economía.  Desde las el Plan Cóndor al 11 de septiembre de 2001 y desde el Huracán Katrina al Tsunami son situaciones de shock propicias para la aplicación de estas teorías y que han sido sistematicamente utilizadas por quienes manejan los hilos de la economía global para imponer sus modelos de hambre y desigualdad, principalmente en los ahora llamados países emergentes. Dentro de ese paquete salvador que llega desde el Norte se encuentran, la pérdida de libertades individuales,  la tortura, la aplicación de políticas para bajar el costo del Estado, donde obviamente se promueve la venta de las empresas públicas y la reducción de personal de las mismas, cambios radicales en la educación y la salud y todo lo que los años noventa nos han dejado en estas latitudes.
El documental, sin mucho preámbulo comienza con la aplicación de la terapia del shock en pacientes psiquiátricos, según estudios del Dr. Cameron, el cual financiado por la CIA, desarrolló un tratamiento por el  cual los pacientes eran sometidos a electroshocks con la intención de modificar las personalidades con trastornos y hacer retroceder al  paciente a cero, pero sin demasiado éxito en la implantación de la nueva personalidad. A traves de esta terapia, se traza un paralelismo con la aplicación de la tortura como medio extremo para doblegar a los individuos,  hasta que se encuentren en condiciones de aceptar nuevas doctrinas, tal como lo demuestran desde los años sesenta la serie de dictaduras militares impuestas desde Langley sobre toda nuestra América Latina. Pero esto es apenas la punta de la madeja que el espectador ira recorriendo, desde el derrocamiento de Allende a la invasión militar de Irak, a medida que Klein va desarrollando su teoría acerca de como, cuando y por que, algunos pocos, los ahora llamados super ricos, necesitaron y necesitan aplicar sistematicamente estas recetas para beneficios de unos pocos privilegiados, mientras millones son excluidos diariamente de sus derechos básicos. Cualquier parecido con la realidad, esta Canadiense se encargará de demostrar que ya no es mera coincidencia.  Dejando como esperanza, los cambios políticos que se vienen dando en América de Sur, dejando de lado las políticas de libre mercado.
Como contracara  y quizás como una luz de esperanza que aparece luego de las crisis y aunque Klein la relizara junto a Avi Lewis antes de La doctrina del shock, La Toma (The Take) es la razón para creer que existe una alternativa a este modelo económico impuesta a la fuerza por las multinacionales y los gobiernos de turno que las representan. La Toma, cuenta la historia de una fábrica de auto partes, que es recuperada por sus trabajadores dos años después de que el terrible 2001 argentino la cerrara. Acompaña a los protagonistas en el camino de la organización, la creación de una cooperativa, la aplicación de la democracia participativa y la autogestión, la lucha por recupera la dignidad por intermedio del trabajo, las negociaciones con la justicia y los otros ejemplos de empresas recuperadas. Desde allí  los directores comienzan un recorrido por otros ejemplos y vivencias que se encuentran recorriendo el mismo camino, la primer empresa recuperada y gestionada por sus empleadas, las empresas donde todos ganan igual y en las que se decidió, entre todos, que existan diferencias salariales respecto de las tareas que cada uno realiza.  La presión, el cansancio, el apoyo familiar y la soledad en un mundo que corre diamentralmente opuesto. Estos obreros solo tienen a su favor la esperanza y la necesidad de creer en que su utopía es posible. Dos documentales imprescindibles, que se complementan y retroalimentan uno del otro constantemente, reconociendo que hemos llegado hasta aquí, a la sombra de un modelo que poco a poco ve el ocaso de algo que funcionó para unos pocos y el amanecer de un futuro que solo verá la luz, apoyado en lo colectivo y con la participación de una sociedad comprometida con el cambio.

La doctrina del shock
http://www.youtube.com/watch?v=gP591bZNc0I&feature=related

La Toma

http://www.youtube.com/watch?v=2K8XNrCuuWg

miércoles, 12 de octubre de 2011

Entrevista a Osvaldo Bayer: Etica y socialismo, puntales de una verdadera democracia/Por Conrado Yasenza


Osvaldo Bayer: Etica y socialismo, puntales de una verdadera democracia.

Recibo con gran alegría desde Alemania el siguiente correo:

Don Conrado: gracias, tal vez su paciencia se ha agotado. Mis 84 años me siguen traicionando en cuanto a capacidad de trabajo. Pero le propongo una solución. Regreso el 15 de agosto, es decir, de este mes, a Buenos Aires. Si usted me llama nos encontramos y usted me hace un reportaje en vivo Espero acepte. Un abrazo, Osvaldo
Don Yasenza Paciencia – rimado, me dice – es el apodo que me ha colocado Osvaldo Bayer ante mis solicitudes de una colaboración para la revista. Y a mí me da mucho pudor: El portador de una inmensurable paciencia y generosidad es él.

Volver a El Tugurio, la casa familiar de infancia de Osvaldo Bayer – la autoría del nombre es del inolvidable Osvaldo Soriano, y en la puerta de entrada, del lado que da a la calle, Bayer ha colocado hace años un cartel fileteado en homenaje a Soriano- es siempre una experiencia maravillosa que combina la gran hospitalidad humana de Bayer con la potente imagen sensorial de una casa tomada por los libros, las fotos, entre ellas varias de la “mujer más bella del mundo”, Marlene Dietrich – aquella de El ángel azul –, los retratos y cuadros hechos a Don Osvaldo (es impresionante el que ha pintado su nieta. Impresionante por sus dimensiones y por los detalles de observación sobre la figura de su abuelo, captados y plasmados en el cuadro), y los trofeos recibidos desde el Club de sus amores, Rosario Central, y la Asociación Canaya Latinoamericana – sí, Canaya, como lo escribió el gran Fontanarrosa, puntualiza Bayer.
Nos sentaremos en torno a la pequeña mesa circular de la habitación central, la que contiene los libros en alemán, y Bayer, como lo prometió cuando lo llamé para combinar la entrevista, servirá dos whiskys. Durante un largo rato, y antes de comenzar el reportaje formal, charlamos sobre Soriano y recordamos la famosa anécdota de la discusión en torno al militarismo o religiosidad de sus respectivos clubes: Bayer le dirá a Soriano que el suyo lleva por nombre a un Santo – No es por el Santo, se defiende Soriano; es por el Combate. 

- Peor!! – le espeta Bayer – militarista -; y la réplica de Soriano, al otro día, imputará el adminículo con el que los fieles rezan, insignia del equipo de Bayer, a quien debería darle vergüenza, según Soriano.
Estarán presentes también Rodolfo Walsh, Paco Urondo y Haroldo Conti: “Rodolfo Walsh, la generosidad con anteojos, como le decía siempre. Paco Urondo, el poeta aristócrata más socialista que yo he conocido. Haroldo Conti, el poeta del Delta, ¡ Qué poeta! Cuando conversábamos él hablaba siempre del Delta y en sus ojos yo veía correr el río Paraná”Se hace presente el Che y su hermosa respuesta ante la exposición, en una pregunta realizada por Bayer – que no se perdonará nunca-, acerca de las posibilidades de desarrollar en la Argentina una revolución teniendo en cuenta la organización de las fuerzas militares y policiales del país: "Son todos mercenarios", sostendrá el Che con su bella mirada.
Sentada y en silencio, feliz, está Yamila Pérsico, estudiante de Historia, quien me acompaña, y participa, en la entrevista. Yamila no compartirá con nosotros el whisky, que sirvo por segunda vez, y que humedece nuestra boca y garganta para dar inicio a la entrevista.

Por Conrado Yasenza
Participación de Yamila Pérsico

(para La Tecl@ Eñe)

Fotos tomadas durante la entrevista



- Conrado Yasenza: Aprovechando que recientemente Ud. volvió de Alemania quería preguntarle que análisis hace de lo que está pasando en Europa, en particular en España con los indignados, en Inglaterra con esa situación de rebeldía y manifestación popular que rememora lo vivido en el 2001 en la Argentina
- Osvaldo Bayer: Se ha desarrollado una situación donde realmente se justifican todos los argumentos de aquellos que señalan que el capitalismo jamás puede ordenar una economía mundial, que siempre va a haber estas sorpresas, que siempre va a haber esta tragedia que significa para la humanidad la gente sin trabajo. En España, por ejemplo, el 40% de los jóvenes no tiene trabajo, lo dicen las mismas estadísticas españolas, y es algo increíble en una nación con tanta experiencia económica, que ha vivido pasos hacia delante y hacia atrás producidos por el capitalismo. Pero no solamente en España, también Portugal y Grecia viven una situación dificilísima. Inglaterra, también, lo hemos visto en estos días. Que en Gran Bretaña, el país de los derechos y la democracia, se recomiende ahora el gatillo fácil, la represión, que caigan allí cuatro manifestantes muertos y se aplique el palo directamente a la cabeza, es un realidad terrible. Francia y Alemania son los países que están mejor, pero Alemania se niega directamente a sostener a otros países del Mercado Común Europeo. Dinamarca ya ha tomado un distanciamiento y ahora está todo en duda acerca de este gran paso que fue el Mercado Común Europeo. Y la duda, y la sospecha, sobre si la realidad económica del capitalismo, así como se desarrolló en estos tiempos, puede a seguir adelante. También el miedo de la gente a la inflación; esto es tan irónico que ahora la gente compra oro, parece la época de la conquista española. Todo esto nos ha llamado a la reflexión, principalmente a los partidos socialistas que realmente han colaborado con el capitalismo últimamente, que no ha hecho absolutamente nada con respecto al socialismo, bueno, digo que nos ha hecho pensar y entrar en el gran debate que tiene que ser la regulación de todo, la regulación por parte del Estado, o de las corporaciones que representan a los sectores sindicales, la industria y el comercio y otros sectores de la población. El socialismo es la regulación y no hay que tener temor a la regulación, no hay que tener temor al socialismo, es la única manera de conseguir realmente una regulación y una sociedad más justa.

- CY: ¿Con qué idea de socialismo está elaborando sus pensamientos?
- OB: Con un socialismo aceptado por todos los sectores, con un socialismo en libertad, donde las decisiones se tomen en asambleas, y con la gran paciencia que tienen que tener las poblaciones También con la enseñanza, la pedagogía para llegar a una solución. Primero sin desocupados; segundo, sin hambre. Y tercero, con la representación de todos los sectores de la población. Esa es la única manera racional, todo lo demás es irracional. Y por sobre todas las cosas, sin ninguna dictadura.

- CY: Alguien que venga de la izquierda dura, ortodoxa, le diría que es puro reformismo.
- OB: Si pero es un reformismo que va hacia delante, y ¿por qué no? Reformismo en el sentido de promover las cooperativas y eso es esencial. Si eso es reformismo también es democratización. Todos tienen derecho a hablar, todos tienen derecho a una opinión, y que sea la mayoría la que vaya imponiendo los experimentos que hay que hacer, con la paciencia que tiene que tener la humanidad de esperar que se resuelva problema esenciales, y no con la ansiedad para que mañana ya esté solucionado, como buscan las dictaduras y el capitalismo, para después caer en la realidad actual. Y otra cosa importante es la ecología, el cuidado de la naturaleza. Es otra de las cosas que tiene que tener en cuenta nuestra economía. No solamente el vivir bien, el vivir sin problemas, sino el cuidado de la naturaleza para las próximas generaciones.

-CY: Es complicado ese aspecto para sociedades de consumo, de productividad e industrialización.
- OB: Sí, es complicado. Pero lo más irracional es ver cada vez automóviles más veloces, más potentes, en lugar de regular un solo automóvil familiar que consuma la menor cantidad de combustible. Es importante también fomentar el transporte colectivo, el ferrocarril, volver al tranvía. Es decir aprender de lo que nos enseñaron los pueblos originarios, el estar y no el ser. Estamos, entonces tenemos que cuidar para conservar al planeta de todos los peligros. Hay que aumentar el gasto en ciencia para tratar de entender de dónde venimos, qué somos, y para tratar de resolver los dolorosos problemas de la humanidad, como el hambre y la pobreza.

- CY. He estado leyendo algunas declaraciones de economistas que han sido funcionarios del Banco Mundial, como Joseph Stiglitz, que sostienen que la situación económica mundial es una crisis del capitalismo bastante seria. ¿Cree Ud. que esta crisis mundial es un cambio de paradigma?
- OB: Mire, viendo la historia del mundo uno tendría que ser pesimista, pero también uno tiene que seguir realmente con las utopías adelante, porque si no estaría todo perdido, nos quedaría la resignación, ponernos de rodillas y orar al Señor para que tenga caridad con nosotros. Hay que seguir defendiendo teorías que lleven a la igualdad aceptada por todos, una gran cualidad de la ética. La ética tiene que ser nuestra verdadera religión, es lo que nos puede llevar adelante, el respeto a la vida, acabar con los ejércitos, acabar con el armamentismo, dedicar todo ese dinero a la ciencia. La ética y la ciencia son las que nos pueden salvar.

- CY: Observando el panorama internacional actual, donde hay desocupación, donde hay gente indignada en la calle, donde hay protestas sociales, saqueos, ¿cómo ve el panorama actual de nuestro país?
- OB: Veo que ante la opción que teníamos el pueblo supo elegir. Este gobierno está haciendo algunas cosas que los partidos que salieron en segundo lugar nunca han sido capaces de hacer. Es decir, ni el peronismo de derecha ni el radicalismo. Hay otro que está asomando y que es el socialismo santafecino liderado por Hermes Binner, muy amigo mío y proveniente como yo de las colonias alemanas del norte santafecino. Yo siempre le recomendé no hacer alianzas, sino seguir siempre con su línea socialista. No me ha llevado mucho el apunte pero de todas maneras está saliendo a la superficie como algo para el porvenir, para el futuro.

- CY: ¿Qué cosas positivas ve de este gobierno?
- OB: Bueno, la política de derechos humanos, el juzgamiento de los militares, por ejemplo. En eso el gobierno ha tenido un gran coraje porque los demás no han sido capaces de hacerlo. Y después lo que ha hecho con la recuparecaión de las cajas de jubilación que volvieron al Estado, y que no permitieron que siguiera adelante el negociado que se hacían con las AFJP. También lo que se hizo con la Ley de Medios, que tiene que ser más fundamental, más profunda, porque la comunicación tiene que ser de derecho público y no tiene que ser privada. Yo tuve la experiencia en Alemania: la televisión, cuando yo llegué, era de derecho público, es decir, que estaba integrada por representantes de organismos públicos, como por ejemplo la CGT alemana, como la organización de mujeres alemanas; también, la representación de todas las Iglesias, es decir gente que representa a sectores públicos en un 50%. Y el otro 50% integrado por los representantes de los partidos políticos que formaban el Parlamento. Ese cuerpo elegía un director del canal de televisión que estaba obligado a traer la opinión de todos los sectores públicos, y la verdad que yo vi la mejor televisión que he visto en mi vida. Eran dos canales nacionales y un canal por provincia, nada más. Luego, cuando subió la Democracia Cristiana, desgraciadamente democratizo esto, y además de los canales de derecho público permitió los canales privados, y de 10 canales ahora hay ciento y pico donde la pornografía se puede ver a cualquier hora y en cualquiera de los canales privados. Pero igual, los más vistos son aquellos de derecho público, porque, por ejemplo, el primer canal es casi todo de temas culturales y sociales.

- CY: En ese sentido ¿como ve la Televisión Pública en nuestro país?
- OB: Como un paso adelante también porque es bastante cultural. Antes, en otros tiempos y gobiernos, jamás me habían llamado, y ahora me invitaron de Canal Encuentro, me han hecho reportajes en Canal 7. Evidentemente están comprometidos en traer una información de otros sectores políticos o ideológicos que antes no teníamos ninguna cabida. Pero realmente hay que terminar con el dominio de los emporios privados, como Clarín, por eso me parece muy bien la Ley de Medios. Pero se tiene que llevar adelante, impulsarla, no dejar que quede paralizada como lo hizo y hace la llamada Justicia Argentina. Insisto, tiene que ser de derecho público y los canales y las radios deben ser de los representantes de los diversos sectores de la población y no de canales privados. Eso es la verdadera democracia. Por ejemplo, a mí me parece muy bien que el Sindicato de la Construcción tenga un canal con sus temas, que la Sociedad Argentina de Escritores tenga un canal para que difunda su cultura; que la Asociación de músicos tenga el suyo. Es decir, que sean representativos de los sectores que forman la sociedad argentina, y no del Sr. ó la Sra. tal.

- CY: ¿Así se profundizaría para Usted la Ley de Medios?
- OB: Sí, y no hay que negarse a eso.

- CY: ¿Y los puntos que le parecen negativos de este gobierno?
- OB: Primero, se ha hecho muy poco para la eliminación de las villas miserias, y siempre sostengo y lo he sostenido en todas las conferencias que he dado, aún invitado desde el gobierno, que mientras haya villas miserias verdaderamente no hay democracia en el país, porque la democracia no es sólo poner el papelito en la urna cada dos años; democracia es que todos tengan derecho al pan y al techo, principalmente las familias con hijos. Todavía las estadísticas oficiales muestran que aún hay niños que mueren de hambre, es una cifra muy reducida comparado con otros países Latinoamericanos, pero existen. Después falta resolver el problema de los pueblos originarios, hay que devolverle sus tierras comunitarias, y no como ha pasado que por ejemplo Benetton se compra dos millones de hectáreas sin conocer la Argentina echando a la familia mapuche Curiñanco-Nahuelquir de su lugar, donde tenían 800 hectáreas, porque también quería esas tierras. Eso no puede suceder como tampoco lo que se ha hecho con los quon en Formosa. Es decir, el derecho a la existencia y el derecho a lo que tenían ellos, por supuesto reducido a la cantidad de comunidades y gente que tienen ahora.
Hay que promover las cooperativas desde el Estado y entrar poco a poco en un socialismo que no tiene que ser mala palabra sino el significado de la verdadera democracia. A todos la misma oportunidad y el derecho a vivir una vida digna.

- CY: En relación a la ampliación de derechos que combatan la desigualdad social, el hambre y la miseria, ¿cuál es su valoración de la Asignación Universal por hijo?

- OB: Bueno, la Asignación Universal por Hijo me parece realmente muy bien, y tiene que defenderse.

- CY: Los medios hegemónicos y algunos de sus voceros han dicho que es una medida populista.
- OB: ¡Cómo va a ser populismo. El que ha sido padre sabe lo bien que le viene la asignación por hijo! Hay que defenderlo ya que impacta en la reducción del hambre y la miseria.

- CY: Han ido más allá y han manifestado también que es una medida que genera vagos ya que la gente al cobrarla no quiere trabajar.
- OB: Ese es el argumento de los conservadores. Yo me acuerdo que en la década del ’30, cuando yo era chico, mi padre nos llevo a Puerto Nuevo a ver las viviendas que se habían hecho los desocupados. En ese momento había una gran desocupación y en Puerto Nuevo la gente se había hecho chozas y se visitaban porque mientras no tenían trabajo hacían artesanías y las vendían, y mi padre, que era un gran socialista, fue a ver cómo vivía esa gente cuyas viviendas eran un lujo comparadas con las de las villas miserias de ahora. Eran casas de madera pero con dignidad. Y por supuesto los conservadores decían que ahí se juntaban los vagos.
Es el argumento de ellos frente a la asignación como así también ante las jubilaciones. Porque la jubilación fue una lucha de los sindicatos durante muchísimos años, y también se decía que servían para mantener vagos. Para ellos la gente tenía que trabajar hasta que se moría.
Lo mismo pasó con las ocho horas de trabajo; los conservadores decían: ¿qué van a hacer después? ¿Van a jugar a los naipes? Ese fue siempre el argumento de los conservadores ante cada conquista de los trabajadores. El racionalismo va a vencer frente a esas posturas.

- CY: A los gobiernos de la región como el de Bolivia, Paraguay, Venezuela, se los ha acusado de ser gobiernos populistas en un sentido despectivo. ¿Cómo definiría Usted el populismo?
- OB: La verdadera definición de populismo se expresa cuando hay gobernantes que hablan un lenguaje obrero, prometen cosas pero mantienen el capitalismo, como ha hecho el peronismo. Nadie puede negar que hubo mejoras, hubo leyes obreras. Para nosotros los periodistas, el estatuto del periodista fue una conquista lograda por el peronismo. Entonces, ese estatuto nos da cierta seguridad porque si nos echan nos tienen que dar un sueldo por año trabajado. Son pasos adelante pero manteniendo el sistema capitalista. Eso sería el populismo: Mantener el sistema pero ganar al pueblo con beneficios y medidas pequeñas o de importancia, y legales.

-CY: ¿Y esta etapa sería populista?
- OB: Es populista, claro

- CY: ¿Positiva o peyorativamente?
- OB: Peyorativa desde el punto de vista de los socialistas, que quieren un verdadero socialismo con una administración justa para todos. El populismo no es justo porque no ha eliminado jamás una villa miseria, no ha eliminado la desocupación de la gente ni ha tratado el tema de los pueblos originarios. Es un paso adelante pero no llega a conformar, no trae la paz eterna como querían esos socialistas talentosos que lo buscaban sin violencia, sin dictaduras del proletariado.

- CY: Usted habló, en otro tramo de la entrevista, de la distribución de las tierras, del acceso equitativo a las tierras. ¿Cómo observa o analiza los acontecimientos ocurridos en Libertador Gral. San Martín, en tierras del Ingenio Ledesma pertenecientes a los Blaquier? Allí se ocuparon esas tierras reclamando un espacio donde vivir, reclamando el derecho a la tierra y la vivienda, que en la zona está en manos de latifundistas.
- OB: Es absolutamente legítimo porque tanto los pueblos originarios como los que no lo son siempre han trabajado la tierra y tienen derecho a sentirse no propietarios pero sí sentirse dueños de la tierra en el sentido que lo producido allí va a ser para la sociedad y no para a un Señor que cada vez va a ser más rico y del cual van a depender. Yo tengo una anécdota: Estaba en la Estancia La Anita, y tuve un dialogo con Federico Brown el dueño de esa estancia en la Patagonia . Es un gran latifundio donde están las tumbas masivas de los peones rurales fusilados en el ‘21. Lo visité al Señor Federico Brown y le hice una pregunta: Usted, como dueño de la Estancia La Anita donde están esas tumbas de 620 peones fusilados, no estaría de acuerdo en dar una cuarta parte de su Estancia en cooperativa a los peones rurales, como gesto de reconocimiento de que esos fusilamientos fueron absolutamente injustos? El me miró muy extrañado, cómo si yo le hubiese hablado en un idioma desconocido y me dijo: ¿Cómo? ¿Una cooperativa de peones? Nooo, yo soy generador de fuentes de trabajo . Yo soy dueño de La Anónima, que es la cadena de supermercados de toda la Patagonia, yo tengo bajo mi orden 42.000 trabajadores. Nunca he pensado en cooperativas. Yo le di la mano, le dije muchas gracias y me despedí. Esto está grabado para un film que se pasó por la Televisión Pública y se llama “La vuelta de Osvaldo Bayer 30 años después” que realizó Eduardo Anguita.

CY: Yamila Pérsico está trabajando justamente sobre este tema y tiene preguntas para hacerle, Bayer
- Yamila Pérsico: Estoy haciendo un trabajo de investigación sobre la Semana trágica y quería preguntarle si los acontecimientos sucedidos durante la Semana Trágica dieron pie o motivaron a los obreros de la Patagonia para organizar el levantamiento que llevaron a cabo o si fue algo que se venía gestando con anterioridad a esos acontecimientos?

- OB: Sin ninguna duda ambos acontecimientos, y también los hechos de La Forestal, se debieron a un clima mundial que se vivía en la época. La Revolución rusa tuvo un eco en todos los países del mundo y muchos obreros creyeron que había llegado el momento de hacer la revolución. En un principio los anarquistas pero también los socialistas del Partido Internacional que se dividieron del Partido Socialista y tomaron una línea marxista. Fue ese el idioma que se hablaba en aquel tiempo, y fue la lucha también por las ocho horas de trabajo.
Por ejemplo, en la Semana Trágica es increíble que los metalúrgicos todavía trabajaran 10 horas cuando los panaderos hacía más de 20 años que habían conseguido las ocho horas de trabajo como también otros gremios. Entonces se dio todo realmente resuelto por asambleas, fue una cosa democrática. Y la Semana Trágica fue la gran tragedia que originó Irigoyen, y los radicales nunca hicieron ninguna autocrítica al respecto, porque Irigoyen no solamente ordena la represión por la policía sino también después por el ejercito. Fue una verdadera masacre lo de la Semana Trágica por no hablar de la Patagonia. Los trabajadores de la Patagonia no exigían tierras sino mejores condiciones de trabajo. Si uno ve lo que exigían y lo compara con lo que tienen hoy en el estatuto del peón, realmente no era nada lo que pedían democráticamente y reunidos en asamblea. En vez de discutir y dar y avanzar un poco se los reprimió salvajemente.
Es algo que nunca se debatió en el Congreso Nacional y que yo he exigido. El Partido Radical tiene que hacer un Congreso de historiadores y hacerse una autocrítica y decir por fin que fue una gran equivocación del presidente Irigoyen. Esto también lo digo para el partido Peronista que debe hacer una autocrítica con respecto a la Triple A, ya que es un acontecimiento histórico que no tiene ninguna justificación y que comenzó con el último gobierno de Perón y continuó con el de Isabel Martínez. Hay que analizar como pudo tener tanta influencia un hombre tan nefasto como López Rega.
Hay hechos históricos que hay que debatir, pero se eligió cubrir, tapar. Por eso yo estoy muy agradecido con los cineastas Fernando Olivera y Enrique Ayala que me propusieron hacer un film La Patagonia Rebelde. Este hecho histórico se difundió a través del cine porque la película pudo llegar a todos los sectores populares a los que a lo mejor un libro no llega. Mi libro fue leído por intelectuales, estudiantes y demás, pero la película llegó al pueblo. Y por eso fui prohibido por el gobierno de Isabel Martínez de Perón, y yo, como autor, tuve que irme del país porque salí en la lista de la Triple A como condenado a muerte, dándome 48 horas para salir del país. Todas estas cosas hacen a la historia pero finalmente la ética triunfa. Pueden pasar décadas o siglos pero finalmente triunfa. Hay que tener confianza. Y esos héroes populares, esos obreros que salieron a la calle a pedir 8 horas de trabajo o aquellos peones rurales que salieron a exigir mejores condiciones de trabajo, esos van a pasar a la historia. Yo hoy estoy contento porque ahora en Santa Cruz esos lideres gremiales, que fueron fusilados por el gobierno de Irigoyen, u otros que lograron salvar la vida, tienen sus monumentos. Las tumbas de los fusilados están todas marcadas; es hermoso llegar al camino que va a Puerto Deseado y ver allí de pronto el monumento a Facón Grande, el gaucho entrerriano, que no era peón, tenía una tropa de carros, pero que salió en defensa de los peones porque dijo: es justo lo que exigen , y fue fusilado por el ejército argentino. También Antonio Soto que tiene en Río Gallegos una calle con su nombre. o Ramón Urtideo, un gallego dirigente de Puerto Santa Cruz. O Albino Argüelles, el porteño que fue a Santa Cruz a defenderlos y fue fusilado también en Puerto San Julián donde hoy tiene un monumento. Así se ve como la ética triunfa finalmente en la historia. En cambio, de los represores no hay absolutamente nada. Del Teniente Coronel Varela, el gran fusilador, no hay ni siquiera un excusado en el baño de una escuela. Y debo decir, hasta hace poco en el Panteón Militar, en la tumba de Varela, había una sola placa que decía: La Comunidad Británica de Santa Cruz muy agradecida al Teniente coronel Varela que cumplió con su deber. Era la única placa, los estancieros le hicieron el homenaje. Ahora los militares la sacaron porque era muy peligroso y le pusieron Muerto por la Patria o algo por el estilo como hacen ellos.

-YP: ¿Y en el caso de los obreros cómo se organizaban y cómo reaccionaron?
- OB: Fue increíble la disciplina y la fe de esas peonadas rurales que nunca habían tenido asambleas ni habían sabido que era un sindicato pero que supieron que tenían derecho a tener una mejor vida, como por ejemplo, cuando pidieron permitir a las mujeres vivir en las estancias porque no se podía. Los estancieros ingleses sólo querían hombres solteros. Fue el espontaneísmo de las masas, que cuando ven que hay justicia y que en otros lados ya se han obtenido conquistas, reaccionan y se organizan. Y en esas enormes extensiones que tiene la Patagonia se realizaron las asambleas recorriendo a caballo centenares de kilómetros. Es heroico, es épico, y por eso en la provincia ese orgullo se enseña, es el capitulo histórico que más se enseña en las Universidades patagónicas.

- YP: ¿Y cómo se viven estos hechos en el resto de la sociedad?
- OB: Yo lo viví cuando se estrenó la película: la gente aplaudía, se paraba; hasta yo corrí peligro porque por falta de actores tuve que hacer de estanciero inglés y cuando yo lo felicito al actor Héctor Alterio que personifica a Varela, la gente del público se paraba, me gritaba y me insultaba. Lo mismo le ocurrió a Olivera que también actúo en el film; la gente nos veía y creía que todo era verdad y temimos que nos lincharan. Así que en el cine, cuando nos miraban e insultaban, en términos lunfardos, rajábamos. Fue un impacto ese film, y por eso fue prohibida un 12 de octubre durante el gobierno de Isabel Martínez

-YP: ¿Qué precedente histórico dejan los acontecimientos de la Patagonia rebelde para la historia del movimiento obrero?
- OB: Sienta las base para decir cuanto costó todas esas leyes obreras que luego se fueron consiguiendo y que sentido del sacrificio tuvieron esos primeros dirigentes obreros, que no cobraban un sueldo, iban a trabajar y después del trabajo iban al sindicato Las asambleas se hacían después de las horas de trabajo. Demostraron cuanto espíritu de sacrificio tuvieron los obreros para conseguir esas primeras leyes por ejemplo las ocho horas de trabajo que costó esa enorme represión de la Semana trágica, amén de otras represiones como las del 1° de mayo de 1909 del Coronel Falcón otro asesino. Demostraron que todo se puede conseguir con enorme sacrificio pero también con sentido democrático, el sentido democrático que deben tener los dirigentes obreros, como digo yo nunca más de cuatro años en el ejercicio. Yo fui Secretario General del Sindicato de Prensa, fui reelecto a los dos años y a los cuatro años renuncié y me fui a trabajar de nuevo a mi lugar de trabajo. Creo que hay que tener un sentido comunitario, la burocracia no premia y finalmente se ven los resultados . Y la historia desprecia a los burócratas .

- CY: Pasando nuevamente al plano nacional, me gustaría saber, porque Usted mencionó dos o tres veces al peronismo, ¿si el Kirchnerismo en sus dos etapas, primero con Néstor Kirchner y ahora con Cristina Fernández de Kirchner, es una instancia superadora del peronismo o sigue dentro de la órbita de lo que es la estructura partidaria del Partido Justicialista?
- OB: No, está dentro demostrando que supera al peronismo burocrático. Porque peronismo es todo, lo ha demostrado Menem, que también era peronista y fue el presidente más ultra-conservador, ”liberal”o capitalista de toda la historia argentina. Superó hasta las dictaduras militares en cuanto al plan económico, y esto lo hizo un peronista. Y ese peronismo menemista que ha seguido Duhalde, y que siguen otros también burócratas partidarios, está siendo superado.
El kirchnerismo parte del peronismo pero está marcando una nueva línea a la que ya se la puede llamar Kirchnerismo, que es una especie de populismo que marcha hacia el socialismo. Ojalá que se siga en ese rumbo, que sería una solución para este país que tiene tantas fuentes de trabajo y tanta riqueza, y para lo cual tiene que desprenderse todavía de mucho burocratismo que tiene el sindicalismo. También de algunas esferas de corrupción.
Hay que decirlo, yo sé que esto no gusta, pero es necesario. Ojalá vayamos avanzando, erradicando las villas miserias y el hambre para alcanzar una verdadera democracia. Que todos tengan trabajo, un techo, que no muera un niño por hambre y que se le devuelvan los derechos a los pueblos originarios, que siempre le han sido negados.

- CY: ¿Y cuáles serían esos nichos de corrupción?
- OB: El aceptar a gente como Hugo Moyano. Se necesitaría hacer una investigación sobre la forma de vida de los dirigentes sindicales. El dirigente sindical no tiene que tener más que el sueldo que le corresponde al trabajo que ha ejercido, y que mientras tenga licencia gremial se le pague, pero nada más que ese sueldo. No tener otra cosa para dar realmente confianza de que representa a los trabajadores siendo un trabajador más. Y también con respecto al capitalismo, cada vez más el Estado debe ayudar a las cooperativas. Las cooperativas argentinas han demostrado que son capaces de hacerlo. Zanon y sus trabajadores, es un ejemplo; no tiene patrón, todos trabajan y cobran igual, hacen el mismo producto que fabricaban cuando era una empresa y lo venden más barato. Esto nos demuestra que el futuro es la cooperativa, porque la cooperativa trae la paz y no el odio hacia esta sociedad.

- CY: Voy a tomar prestada una idea de Horacio González, quién propuso en un programa de televisión que teniendo en cuenta la muy buena elección de Hermes Binner, el dialogo natural que debía encarar el gobierno nacional es hacia ese lugar, hacia el socialismo.
- OB: A mí me parece magnifico. En mi provincia natal, mi querida Santa Fe, el primer gobernador socialista que ha tenido la Argentina fue Binner. Y en Rosario, que siempre ha sido peronista, fue el primer intendente socialista en una ciudad argentina. Ojalá se llegue a una coalición de Cristina Fernández con Hermes Binner.

- CY: En otro plano, Usted tuvo y tiene una relación histórica con las Madres de Plaza de Mayo, con Hebe de Bonafini. El café literario de la primigenia Universidad Popular de las Madres lleva el nombre de Café Literario Osvaldo Bayer. Teniendo en cuenta este vínculo estrecho y también que usted ha sido un defensor público de las Madres ¿Cómo vivió el caso Shocklender?
- OB: Fue muy doloroso porque yo conocí a las Madres en el tiempo de su lucha, cuando por ejemplo llegaron a Alemania, María Adela Gard de Antokoletz y Hebe de Bonafini. El viaje se lo había pagado la Iglesia Luterana Alemana y cuando llegaron a Berlín, la ciudad donde yo vivía, les querían pagar un hotel Cinco Estrellas y ellas dijeron no, vamos a pasar estos días donde vive Osvaldo Bayer. Y vinieron al barrio reo de Kreuzberg, y alli conversamos largamente. Para mí esas son las Madres de Plaza de Mayo. Y siempre voy a recordar ese hecho absolutamente heroico, que cuando desaparecieron las tres primeras madres encabezadas por Azucena Villaflor, que después se supo que fueron arrojadas vivas desde aviones al Río de La Plata desde la Esma, al jueves siguientes todas estaban en la Plaza de Mayo a pesar que esas tres madres habían sido secuestradas y corrían el mismo peligro. Pero allí estuvieron y no faltaron ningún jueves. En la historia del mundo hay pocos hechos de tanto coraje cívico y lo hicieron nuestras mujeres, y eso hay que resaltarlo. Ahora, lo que hizo después el señor Schoklender y toda esa propaganda en los diarios Clarín y La Nación, para mí no tiene ninguna importancia ni sentido. Para mí las Madres valen en esos años en que se logró la democracia. Fueron ellas y su espíritu que recorrió el mundo lo que hizo cambiar y lo que hizo caer también a la dictadura militar. Si hoy tenemos democracia en gran parte se lo debemos a la lucha de las madres de plaza de mayo. Y para mí eso es lo que va a valer siempre. Lo demás no cuenta.

- CY: Para finalizar esta inolvidable conversación, ¿Cuál es a sus jóvenes 84 años, su deseo personal y su deseo colectivo?
- OB: Mi deseo personal es un sueño que ya no puede realizarse: Volver a vivir a mi casa en Martínez. Volvería a Martínez con mis 4 hijos y mis 10 nietos, cosa que ya no será posible porque el exilió nunca nos dividió pero nos separó en el sentido del lugar donde vivimos.
Y con respecto a lo político, ver un horizonte del socialismo en libertad, que es demostrar generosidad. Querer un socialismo en libertad quiere decir ser generoso, convivir, dar la mano, ver sonreír a todos los niños y no que nos pongan la mano dobladita pidiendo algo.


Conrado Yasenza
Agosto de 2011-08-28
Con la colaboración de Yamila Pérsico.


Semblanza de Paco Urondo. Por Osvaldo Bayer*
Yo trabajé con Paco dos años en la redacción del diario Clarín cuando estaba Noble. Compartía el mismo escritorio. Un día, después de trabajar, le digo: bueno terminemos vamos a comer algo al boliche de la esquina, pero Paco era un gentleman y me dijo: yo no como en boliches sino en restaurantes de primera categoría. Era un revolucionario pero a la hora de comer, comía como un señor.
Era un aristócrata de la revolución.
Era un poeta, un hombre que amaba la vida, que también amaba a las mujeres, y siempre estuvo con el pueblo y no dicho en forma demagógica, siempre se interesó por los problemas que veía a diario como periodista. Nosotros tuvimos ese período donde trabajábamos para el periodismo burgués, para denominarlo de alguna manera, en el diario Clarín, para ver las diferencias y después, por supuesto, tomamos el otro camino.
Era excelente, era un señor, era un aristócrata de las ideas; cuando podía tomaba el vino de mejor calidad pero sus libros, y los que leía, tenían siempre que ver con la revolución socialista. Es increíble. Un aristócrata de la vida, porque le gustaba vestir bien, muy pintón él, pero al mismo tiempo estaba con los de abajo, y dio la vida; y !que valentía, que coraje civil!



- CY: Lo que no se explica es como tipos tan brillantes como Rodolfo Walsh y Paco hayan aceptado la conducción de tipos tan mediocres como Firmenich.

- OB: Yo recuerdo que discutí tanto con Rodolfo, y la última vez que lo ví le dije: Yo no sé como vos que tuviste como yo la experiencia del primer peronismo en la Facultad de Filosofía, donde Perón entregó la Facultad a la iglesia católica de ultra derecha, y donde lo único que aprendíamos era a Santo Tomás de Aquino, te hiciste peronista, y el me contestó: No te equivoques yo no soy peronista, yo soy marxista, ¿pero donde está el pueblo?Yo le contesté: sí, el pueblo es peronista, pero no es revolucionario y no los va a acompañar . Y él me dijo: Ya vamos a ver. ¡Que hermosa respuesta!

Entrevista realizada en El Tugurio, el 23 de Agosto de 2011 por Conrado Yasenza y con la participación de Yamila Pérsico.

domingo, 29 de mayo de 2011

Carácter ético del anarquismo -- Luce Fabbri

Texto extraido del periódico anarqusita Tierra y Libertad (Julio 2001)

En todo este siglo XX que está terminando ha prevalecido la idea de que la ética no se puede aplicar a la política. Y, si entendemos por política el arte de llegar al poder, de gobernar, la afirmación es correcta. El poder que se conquista con la fuerza, con el voto, o simplemente, amontonando riquezas (pues hay distintas clases de poder), se conserva fundamentalmente por la fuerza (ejército y policía), aunque en los regímenes más democráticos, la fuerza está más disfrazada y la base social tiene mayores posibilidades de ejercer cierto control y una limitada capacidad de iniciativa. En este ámbito, los partidos, organizados para llegar al gobierno, no pueden obedecer normas morales de convivencia (no mentir, no dar ni aceptar coimas, mantener lo prometido, ajustar la actividad al programa, etc.) porque, si lo hicieran, fracasarían. Por ejemplo: conseguir una mayoría de votantes cuesta mucho dinero, aunque no se piense en comprar materialmente votos. Solo la propaganda electoral exige sumas que las contribuciones de los partidarios no llegan nunca a cubrir. Y hay plata fácil, a disposición de los partidos en los momentos decisivos, cuando se está dispuesto a hacer cualquier cosa para ganar. Basta prometer, en caso de llegar al gobierno, privilegios especiales a los generosos financiadores. La tentación es fuerte. Además, el partido contrario se supone que lo hará y sería muy mal para el país que ganara.

El fin justifica los medios, se dice, y el fin es bueno: está en el programa del partido. Pero ese programa, si es realmente bueno para las grandes mayorías, luego de la victoria no se realiza, ni se hacen esfuerzos para que se realice, porque el interés y la seguridad del Estado lo impiden. Ejemplo: si se busca una mayor justicia social, se corre el riesgo seguro de espantar a las inversiones de capital extranjero que el "país" necesita; si se amplían las libertades y las garantías democráticas, se puede irritar al vecino poderoso cuya política se orienta, en sentido contrario, a las corrientes internas de derechas, que son minoritarias, pero tienen una fuerza material y dinero y frente a las cuales suele ocurrir que el gobierno sea demasiado débil. Y así sucede que recursos que podrían emplearse en enseñanza y cuidado de la salud van a engrosar el presupuesto militar. El poder en sí -además- está reñido con la ética y con la dignidad de cada ser humano, pues establece una injusta superioridad de uno sobre otro, superioridad que, cualquiera que haya sido su origen, se mantiene no en base a mayor conocimiento o mejor criterio, sino a través de un aparato coactivo.

Pero, si entendemos por política el arte de convivir, de asegurar la continuidad de la vida social, entonces podemos decir que la política es ética en la medida en que busca el libre consenso entre individuos y grupos, todos diferentes, pero todos con iguales derechos y deberes, es decir en la medida en que no se convierte en un sistema de poder. "Nuestra" política es ética y las demás son éticas en la medida en que se nos acercan, pues la propuesta libertaria es sencilla y no es más que lo que el ser humano tiene desde siempre como modelo ideal: todos distintos, pero con iguales deberes y derechos y todos hermanos; la ayuda mutua como metodología de convivencia.

El anarquismo no es un partido en el sentido tradicional del término, no es sólo un movimiento organizado que, en este segundo sentido de la palabra "política" puede ser definido como político, sino que es también una visión general de la vida, la búsqueda de un modo de vida. Y, como tal, siempre ha tenido un fundamento ético, que lo distinguió de las demás tendencias dentro del campo socialista (me refiero al anarquismo socialista, heredero del internacionalismo obrero antiautoritario del siglo pasado, y no del anarquismo individualista, de los secuaces de Stirner que, a mi modo de ver, son algo muy distinto). Dentro del socialismo, los integrantes de la veta llamada "científica", que adoptaron las teorías de Marx, se han mofado durante mucho tiempo del "moralismo" de los anarquistas. La paradoja es que ellos mismos, en la medida en que militaban por el socialismo no llevados por deseos de dominio o intereses personales, sino por una exigencia de justicia, obedecían a un impulso ético. Pero no lo reconocían, al buscar para la lucha y la conquista de un mundo mejor los caminos del poder, ya se situaban en el terreno dominado por la máxima "el fin justifica los medios", encuadrando su acción en el marco de las leyes, pretendidamente "científicas", de la historia.

En este fin de siglo, la ciencia como motor social y como explicación de la historia ha perdido su carácter hegemónico en la opinión de lo que se llama "la izquierda": se reconoce que es muy dudoso que haya "leyes históricas".
La exigencia que siempre sintieron los anarquistas de que la "política" entendida como sistema de convivencia, obedezca a criterios éticos (que es la exigencia instintiva y permanente de la gente), ahora aparece como la única que queda en pie -si queremos evitar el imperio de la ley de la selva- también para los muchos que, sedientos de justicia, luchan como nosotros, para un cambio profundo y que por mucho tiempo, en su mayoría, han seguido doctrinas que, en nombre del realismo científico, prometían la justicia a cambio de una renuncia -que se pretendía transitoria- a la libertad. Y la libertad es el fundamento mismo de la dignidad de cada persona y de toda ética social, porque es la condición necesaria de la responsabilidad.

Se dirá: "Pero, ¿qué ética?" Pues -se dice- hay muchas clases de ética. Yo diría que, en lo sustancial, hay una sola, con dos aspectos, uno individual (de los deberes de cada uno hacia sí mismo), y otro social (de los deberes de cada uno hacia los demás). Hoy está surgiendo un tercer aspecto: el de los deberes individuales y colectivos hacia la naturaleza.
A nosotros nos interesa ahora fundamentalmente el segundo, es decir, la ética social.

Se ha dicho hace mucho tiempo: "Compórtate hacia los demás como quisieras que los demás se comportaran hacia ti". Y ese precepto está en la conciencia común, a pesar de que las exigencias del mercado y las del poder marcan el camino contrario.
Y un filósofo ha dicho: "Compórtate en cada momento como para que tu comportamiento pueda ser tomado de criterio general de conducta". En el fondo los dos preceptos significan lo mismo a pesar de que la segunda formulación es más amplia y precisa, pero también más difícil de entender y menos impactante.

Naturalmente, el ser humano es complicado y todo lo que a él se refiere es complicado. Lo que en teoría es muy claro, en la práctica da lugar a conflictos y contradicciones. En este caso las zonas conflictivas son dos: una es la zona de las costumbres heredadas y siempre en proceso de transformación (en este momento en transformación rapidísima) y la otra es la de los instintos individuales.

La primera comprende los tabúes ligados a supersticiones o a intereses de grupos sociales dominantes, tabúes que tradicionalmente se han disfrazado de preceptos éticos (por esto se dice que la ética cambia de una época a otra). Pertenecen a esta categoría las reglas relacionadas con la familia y el matrimonio y, en general, con lo sexual, entre las que quedan en el ámbito de la ética las que se pueden identificar con el precepto citado: "Compórtate hacia los demás como quisieras que los demás se comportaran hacia ti" y, en este caso, se reducen a dos deberes de la pareja: la sinceridad recíproca y la asunción por ambos de la responsabilidad hacia los hijos. Esto último podría sintetizarse así: "Compórtate hacia tus hijos como quisieras que tus padres se hubieran comportado hacia ti".

Pertenecen a esta categoría de preceptos que pretenden ser éticos pero obedecen a intereses particulares de grupos dominantes, también los que se refieren al amor a la patria y al deber de defenderla contra sus enemigos a cualquier precio y con cualquier medio. El amor al terruño, al idioma, a lo se tiene más afinidad con nosotros por costumbres y cultura es cosa natural y buena en cuanto constituye una extensión del amor familiar y es peldaño hacia el amor a la especie. Pero las fronteras no tienen nada que ver con este apego y menos tiene que ver el Estado que se ha formado dentro de esas fronteras que, por su naturaleza, es competitivo y se sitúa, en relación con los demás Estados, en un plano de mayor o menor potencia. De ahí ejércitos y carrera de armamentos están ligados a poderosos intereses particulares. Para eso, el Estado, es decir, el gobierno, explota ese amor natural al terruño, estimulando a la vez los instintos agresivos que duermen en cada uno.

Con el amor a la patria se ha justificado siempre la inmoralidad que acompaña falsamente al poder. Los deberes hacia la patria, así como los tabúes sexuales son pues una formación histórica y no pertenecen al campo de la ética.

La otra zona conflictiva -decíamos- es la de los instintos, cuya fuerza a veces puede hacer entrar en crisis el ejercicio de la libertad personal, condición necesaria para el juicio ético.
Esa libertad debe ser entendida siempre dentro del principio general de que hablábamos ("Compórtate hacia los demás como quisieras…") y que implica igualdad.

En efecto, si entendiéramos por ejercicio de la libertad el poder hacer en forma irrestricta lo que nos apetece en cada momento, siguiendo solo el impulso expansionista y avasallador que es un aspecto del instinto vital, pronto entraríamos en conflicto con los demás que no quieren ser avasallados y tienen derecho a no ser avasallado por su condición de seres humanos. Si todos dieran rienda suelta a sus instintos, toda vida social sería destruida y con ella nuestra libertad, pues el hombre es un ser social y, si está solo, no es libre, sino esclavo de sus necesidades primarias, que la colectividad socialmente organizada le ayuda a satisfacerse su pan, construirse su casa, tejerse y coserse la ropa, enseñar a leer y a escribir a sus hijos, cuidarlos en sus enfermedades… El intercambio de estos servicios y de otros más sofisticados da lugar actualmente, gracias al poder y al derecho de propiedad, a las enormes injusticias, contra las que los socialistas (tomando la palabra en su sentido amplio) estamos combatiendo a partir de la Revolución Francesa y seguimos combatiendo ahora que las tendencias autoritarias del socialismo han fracasado. Los socialistas anarquistas queremos eliminar esas injusticias socializando la propiedad de la tierra y de los otros medios de producción y suprimiendo a la vez la jerarquía y el dominio de unos sobre otros, pero moviéndonos siempre en el ámbito de una sociedad originada. Libertad y justicia social son inseparables. Toda la historia del siglo XX lo demuestra. Pero no una libertad que signifique ausencia de normas; no apela la instinto sino a la razón de cada uno. Y la razón nos dice que hay normas que son convenientes para todos. Y, una vez aceptadas, hay que observarlas. Esto no quiere decir detener la espontaneidad de lo no racional, de los instintivo, sino solo controlarla desde la intimidad de cada uno. Por suerte, además de los instintos agresivos, hay en el ser humano también instintos de amor a la especie, sin los cuales nuestra especie en particular se habría extinguido hace tiempo. Tanta importancia como la razón tiene, para la conservación de la vida, ese impulso irracional que llevamos dentro y que se llama "amor".

Hoy vivimos en un mundo neoliberal que amenaza morirse por la contaminación creada por el mercado y el consumismo y por la imposibilidad que tiene una economía de mercado en progresiva tecnificación de mantenerse frente al alud de la desocupación que ella misma crea. En este trance de creciente riesgo de muerte, comprobamos el valor de la solidaridad, esa fuerza cohesiva que surge espontánea frente a las grandes catástrofes y que es en el fondo el impulso que nos lleva a declararnos anarquistas y a rebelarnos contra el "sistema".

Esa solidaridad va a ser necesaria para asegurar la supervivencia colectiva en la crisis de superproducción, desempleo y subconsumo que se acerca. Por eso, el socialismo no ha muerto, como decían, sino que está más vivo y urgente que nunca, un socialismo libre, basado en normas libremente aceptadas, enraizadas en la máxima básica de la ética: "Compórtate hacia los demás como quisieras que los demás, en las mismas circunstancias, se comportaran hacia ti".

En este contexto se plantea una frondosa problemática acerca de los métodos de lucha, acerca de nuestra vida cotidiana dentro de esta estructura autoritaria que repudiamos, acerca de detalles de nuestra propuesta de futuro.
El problema principal es el de la violencia revolucionaria, que implica una contradicción difícil de eludir, pues la violencia es en sí autoritaria. Con este problema básico están vinculados otros muchos, relativos a la acción cotidiana. Quiero mencionar solo uno, que considero grave: el de la llamada "expropiación individual" como método de lucha. Pero hay muchos otros, que se presentan a lo largo del camino.

Voy a anticipar ideas personales sobre algunos puntos básicos, como aportación a la discusión.
El anarquismo es revolucionario; pero la experiencia de dos siglos de revoluciones y la ambigüedad que se ha creado alrededor de esta palabra mágica, que se ha derrochado para todos los usos, todas las demagogias de izquierda y de derecha, nos obligan a precisar nuestro concepto de "revolución". No es para nosotros un camino abreviado para llegar al poder y moldear desde allí la sociedad según un determinado programa. Sabemos que no se puede.
"Nuestra" revolución no es nuestra, sino de la sociedad entera. Consiste en un cambio profundo, que es lento como todo lo profundo y en un determinado momento de ruptura con el pasado -que es el momento propiamente revolucionario- se concreta. Puede haber o no una fase insurreccional (generalmente la hay), pero ésta sirve para derribar obstáculos frente a transformaciones que ya tienen un consenso tan amplio como para que no haya imposición y el cambio se produzca en las bases sociales por obra de las mismas bases.

Naturalmente, esto implica el respeto de todas las diferencias y una total libertad de experimentación social. Hoy el capitalismo es múltiple; mañana puede haber distintas formas y distintos grados de socialismo que incluyan la gestión individual o familiar. Lo importante es que nadie pueda ser dominado o explotado, a menos que quiera serlo, lo que es difícil, pero posible.
Una revolución libertaria no es una guerra de pobres y oprimidos contra ricos y poderosos, sino de seres humanos contra la desigualdad social y el poder. Se diría que es el mismo perro con diferente collar; pero la diferencia está en el tono afectivo.
Éste es el contexto en que se plantea el problema de la violencia, que es un problema atormentador para el anarquismo, pues, como decíamos, (cuando no sea de pura defensa) la violencia es autoritaria por su misma naturaleza. Hay anarquistas que rechazan todo tipo de violencia y conciben la revolución como Gandhi (un ejemplo es Tolstoi), es decir, como desobediencia al sistema y construcción obstinada de formas de vida ajenas al sistema mismo. Hay quienes la aceptan, pero sólo como defensa de lo que se crea y considerándola como una dolorosa y peligrosa necesidad. Otros en fin (pero hoy -después de tanta experiencia- son los menos) la exaltan como fuerza creadora.

Hubo una época en que tuvo lugar una seguidilla de atentados terroristas, más contra la sociedad injustamente organizada que contra determinadas personas. Fue a fines del siglo pasado en Francia. En el mismo periodo hubo otros, contra determinados gobernantes en Francia, en España, en Italia, todos obra de anarquistas, todos muy explotados por la prensa burguesa que encontró muy fácil crear el estereotipo del "anarquista tirabombas". En realidad, se trata de dos tipos muy distintos de hechos: los primeros (Vaillant, Emile Henry, etc.) se inspiran en las teorías individualistas que tienen su origen en Stirner y Nietzsche, abundantemente acogidas en la literatura francesa de fin de siglo en convergencia con la indignación por las duras condiciones en que vivía la clase trabajadora de la época. Los segundos (Angiolillo, Caserio, Bresci) se relacionan más bien con la tradición revolucionaria que, desde el Renacimiento, exaltaba el tiranicidio como un medio para recuperar la libertad y tenía como símbolo remoto el puñal de Bruto contra César y como referencia cercana las conspiraciones carbonarias de la primera mitad del siglo. Unos y otros pertenecen a la historia y están muy ligados a su época.

Nosotros nos movemos hoy en otro ámbito. El terrorismo ha sobrevivido y se ha agudizado en los nacionalismos rabiosos y acompaña a las luchas por el poder, con frecuentes conexiones hacia el área del narcotráfico, del comercio de armas y aún de la mafia. En los últimos setenta años ha habido muchísimos atentados, de todas las corrientes y partidos. Los anarquistas fueron los que cometieron menos y en la segunda mitad del siglo prácticamente ninguno. Ha habido, en cambio, en todo el siglo, mucho terrorismo de Estado, con intervención de CIA, Gestapo, Checa y KGB, y de todos los demás servicios secretos. Ha habido mucho terrorismo -repito- en el choque entre los distintos nacionalismos y en general, en la lucha de quienes se disputan el poder, multinacionales incluidas. Los métodos del terrorismo son hoy completamente ajenos a la revolución libertaria.
Otra cosa es la ira de los pueblos, cuando se despiertan y que puede ser ciega y, por momentos, injusta, pero tiene siempre su punto de partida en una situación de intolerable injusticia y los anarquistas tienen en su seno un papel que desempeñar, para tratar de que nadie la instrumentalice hacia sus fines particulares y para que el movimiento dé origen a una auténtica revolución en el sentido más libre y socialista posible y no a nuevas formas de poder y de injusticia.

Este de la violencia es el problema principal del anarquismo y se discute y se discute. Yo no creo que se pueda resolver en forma absoluta, sino de acuerdo con las particularidades de cada caso, poniendo siempre el acento en los aspectos constructivos y creativos del proceso de cambio y considerando siempre la necesidad del empleo de la fuerza como un tropiezo en el camino y una causa de demora o retroceso. De todos modos, lo que se puede afirmar rotundamente es que el anarquismo no tiene nada que ver con esas formas de violencia individual o de pequeños grupos que, presentándose como actos de rebeldía, refuerzan en realidad el actual sistema de explotación, injertándose en él, especialmente si esa violencia está relacionada con el dinero, como en el caso de la llamada "expropiación individual", generalmente más apropiación que expropiación.

Adoptar ese sistema como medio de vida es vivir a espaldas de los demás como el más parásito de los capitalistas, el capitalista financiero, que vive del sistema bancario y ni siquiera está implicado en las actividades productivas. La transferencia de la propiedad no modifica ninguna estructura.

Pero aún en el caso en que se practique esa "expropiación" con fines desinteresados, para financiar acciones de propaganda o de lucha, las consecuencias del empleo de esas tácticas para cualquier movimiento organizado son siempre negativas en el terreno práctico: disgregación, luchas internas, pérdida de existencias valiosas y pérdida del influjo sobre el entorno, sin contar los liderazgos que inestablemente se crean y, como pasó en el movimiento tupamaro, lo peor, lo más antilibertario: la militarización. Pero, desde el punto de vista puramente ético, lo peor es el empleo de la violencia, ya tan cuestionable en sí, no por una imperiosa necesidad, eligiéndola, sino como táctica de financiación.

En general, y para terminar, creo que hay que apuntar a todo lo que nos acerca a los demás, tratando de ser, dentro de la sociedad que queremos cambiar, un factor fermental y creativo, constituyendo, dentro de un mundo cada vez más violento y sombrío, focos, por pequeños que sean, de ajenidad al poder y a la explotación, focos de esa libertad de la conciencia que ninguna opresión puede destruir, y que sirven de puntos de referencia. Nuestra acción en la sociedad es desde adentro y desde abajo y se desarrolla no solo en el movimiento anarquista organizado, sino también, con las limitaciones del caso, en los distintos aspectos de la vida, a través de una participación en sentido libertario en todas las actividades positivas que ofrezcan perspectivas de desenvolvimiento no autoritario: en los lugares de trabajo, en la familia, en las actividades recreativas y culturales, aplicando en ellas, así como en lo económico, cuando sea posible, la autogestión. En cuanto a las actividades específicas del movimiento libertario, ya sabemos que se estructuran por lo menos en las intenciones y sobre la base federalista, con un criterio horizontal y acéntrico, a nivel de barrio, municipal, nacional e internacional.

Esta organización flexible, en la que nadie prevalece y cada uno vale por sí mismo, tiene como fuerza de cohesión la ética de la libertad, es decir, la ética de la responsabilidad, la ética del que no necesita que nadie lo vigile y domine para cumplir con lo que su misma conciencia le señale como deber.

Luce Fabbri

Testamento

Quiero dejar a aquellos que me aman
Algunos bienes que algún día tuve.
Andan por ahí, hay que buscarlos
Vaciarlos de un perfil de dudas
Que casi todos ellos entorpece.
Como no tienen orden ni fichero
Hay  que buscarlos siempre.

Sé que  no es mucho dejar a quienes amo
Sólo el profundo amor fiel y constante,
Reconocido o no estuvo siempre
Presente en esta vida ya añejada, dura,
Que se nutrió de ustedes en entrañable lazo.

Les dejo mi utopía, posible,
Para un mundo mejor por la que lucho
Con aciertos y errores día a día.
Les dejo los colores infinitos de las piedras, del mar
De los cambiantes verdes, de las cosas con alma.
Todo eso. Es la heredad que recibí y que lego.

No dejaré aquel dolor vivido, inmesurable.
Es muy pesada carga.
Como una cruz lo llevaré conmigo.
Son las inescrutables sombras de mi alma

Débora Céspedes. Anarquista.
12 de octubre de 1998.

¿Hacia un nuevo feudalismo?

"La exigencia de libertad nace de la vida. Por esto, el anarquismo como postura mental es inherente a toda la historia; pero, como movimiento conciente y organizado tiene una trayectoria relativamente breve que comienza con la Ilustración y la Revolución Francesa. Y en estos dos últimos siglos los enemigos de la libertad de la persona han sido el capitalismo burgués y el Estado, aliados siempre contra las reivindicaciones populares, pero, por momento, rivales o, por lo menos, con relaciones recíprocas tensas, bien por motivos fiscales, bien por cierto contralor que el Estado quería ejercer sobre las inversiones o los cambios. Surgió así un nuevo significado de la palabra "liberalismo", extendiendo a la empresa capitalista esa libertad de la persona que el liberalismo clásico había siempre reivindicado frente al Estado. Así, la libertad relativa, ganada con el esfuerzo de todo el pueblo contra el absolutismo, sirvió esencialmente para consolidar el capitalismo; pero la tensión entre el poder político y el económico, aún dentro de la alianza contra la presión popular, ayudó a mantener por mucho tiempo esa democracia burguesa en cuyo seno y contra la cual el socialismo nació y - a pesar de todo - creció. Cuando su crecimiento llegó a representar una amenaza para las clases dirigentes, estas abandonaron la democracia y establecieron esa nueva forma de absolutismo que se llamó "fascismo". En él el Estado omnipotente trató de domesticar al gran capital burocratizándolo en su seno como antaño había domesticado a la nobleza feudal, mientras la revolución popular socialista, triunfante en Rusia, desembocaba en una tentativa de socialismo estatal ultraautoritario, que a través de un cambio en las personas de la clase dirigente y un proceso de burocratización, llegaba a un resultado bastante similar. Pero esta tentativa de fusión de los dos poderes fracasó. La ardorosa oposición popular por un lado y el deseo de autonomía de las grandes fuerzas del dinero por otro hicieron que se volviera al juego democrático. Los dos factores de este retorno (el burgués y el popular) se vieron bien distintos y con resistencia a mezclarse, en la segunda guerra mundial (el bombardeo inglés de Milán en plena revuelta antifascista es un ejemplo de ese divorcio). El totalitarismo llamado socialista fue mas tardío en disolverse por que en la guerra había pertenecido al bando de los vencedores y por que allí la clase adinerada, la burocracia, tenía orígenes recientes y estaba mas ligada al Estado.
Durante toda esta turbulenta historia que hizo que tantas personas sufrieran crisis ideológicas y cambiaran su discurso, el anarquismo socialista siguió definiéndose en contra el capitalismo y del Estado y se mantuvo al día con los acontecimientos.
Ahora, en este fin de siglo tan profundamente distinto de sus comienzos, empezamos a preguntarnos si esta definición no es demasiado limitada. Si  nuestra meta es la máxima libertad y la máxima justicia para todos, puede que tengamos que luchar por ellas también contra otros enemigos.
Hubo épocas en la historia, como la feudal, en que la libertad estaba mas coartada que ahora y la desigualdad  
social era mayor, sin que existiera el capitalismo, ni propiedad privada propiamente dicha y con un Estado sumamente débil. El sistema del vasallaje hacia que el individuo se encontrara trabado en una red dependencias personales, desde el emperador, en la cumbre, dueño teórico de todo, hasta los "siervos de la gleba" en la base de la pirámide, que debían trabajar para el señor y no podían dejar su parcela de tierra. Eran terriblemente explotados y oprimidos por el titular del feudo, no por el Estado. La moneda circulaba muy poco. Los impuestos al señor y el uso de los servicios comunes (horno, molinos, pasturas) se pagaban con productos de la tierra. Pero el señor feudal no era "propietario" de su feudo. Su posesión era precaria y condicionada a sus deberes de vasallo, pero implicaba jurisdicción sobre sus habitantes. El feudo se podía perder por incumplimiento o conquistar con la guerra o conseguir como recompensa por servicios prestados, pero no comprar ni vender. Entre los pequeños artesanos y los pequeños comerciantes de los núcleos urbanos enclavados en los feudos se encontraban los restos de la economía de mercado y circulaba, en forma muy anémica, la moneda. Cuando el mundo feudal entró en crisis, especialmente debido a los enormes gastos ocasionados por las Cruzadas, la economía urbana resurgió. Las ciudades enriquecidas les compraron sus libertades al señor feudal endeudado y se constituyeron en poderes autónomos. Hubo entonces dos siglos (XII y XIII) en que se practicaron varias formas, muy interesantes, de democracia directa, basada generalmente en los gremios. En ese primer momento, el uso de la moneda y la consolidación paulatina de la autoridad del rey sobre la escalonada nobleza feudal ayudaron a la recuperación de la libertad personal.
Recordé cosas muy sabidas (y me disculpo por ello) para fundamentar lo que quiero sostener con estas líneas: el capitalismo y el Estado no son los únicos enemigos de la libertad y puede llegar de nuevo el momento en que no sean los principales.
Ya Umberto Eco y otros observadores agudos de la realidad en este cambiante fin de milenio habían hablado de la posibilidad de un retorno a una estructura social de tipo medieval. Hoy el neoliberalismo y la globalización parecen confirmar con nuevos síntomas tales previsiones o, mejor, tales temores: estamos mucho mas cerca de esta estructura atomizada con aspiraciones a la unidad mundial que caracterizó a la Edad Media, con un poder cada vez menor de los estados nacionales, que se van desdibujando en los "mercados comunes" y un poder cada vez mayor de organismos multinacionales que controlan económicamente determinadas áreas no necesariamente geográficas, verdaderos feudos transversales que empiezan a tener ejércitos propios, contratados entre las fuerzas que la guerra fría dejó desocupadas (y quién dice ejército, dice jurisdicción). Estos bloques económicos forman pirámide. Los grandes no son muchos y son conocidos; pero de cada uno de ellos depende una cantidad de bloques menores que se mueven dentro de su órbita con los mismos caracteres. Toda esa red en rápida formación tiene hambre de poder y presiona en este momento para conseguir el Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI), que tiende a dejar a los gobiernos nacionales legalmente desarmados frente a los inversores extranjeros, mas, los pone obligatoriamente a su servicio. En muchos países, especialmente del "tercer mundo", este acuerdo tácticamente ya se aplica.
Este proceso no es fatal ni cancela nada de nuestra lucha tradicional. El ser humano es imprevisible y su voluntad cuenta en esta atormentada historia: la voluntad de todos, incluyendo la nuestra. Este panorama puede cambiar, tiene que cambiar, por que el dominio del mercado nos lleva a una crisis que puede terminar en la muerte colectiva.
Pero mientras tanto hay que tener los ojos bien abiertos, no solo por que estos nuevos enemigos pueden requerir nuevos terrenos y tácticas de lucha, sino también para que no vuelva a pasar lo que pasó en la Edad Media, es decir que para protegernos de los lobos sueltos nos refugiemos de nuevo entre los brazos del Estado.
La nueva tecnología minimiza el esfuerzo físico y aún la tarea administrativa que la producción requiere. El empresario se esta liberando así de las pesadillas de las huelgas, mientras el proletariado (palabra que esta cayendo en desuso) siente que esta perdiendo esta arma que estuvo a punto de hacerlo invencible. La desocupación aumenta y seguirá aumentando y, con ella, la violencia, fruto, mas que del hambre, del ocio en una pobreza sin esperanza por un lado, y, por otro, del miedo hacia es nueva clase -desconocida- que se está formando y que va cayendo en la marginación.
La lógica perversa del mercado (viciado en las premisas) transforma esas victorias del ser humano sobre la materia, que podrían conducir a la conquista del tiempo libre para trabajos "no rentables" como la sanidad, la educación, el arte, el espectáculo, en causa de desesperanzada decadencia para las mayorías, antes de provocar el agotamiento del sistema mismo por escasez de consumidores. El clima que se esta creando es un clima de miedo, miedo a perder el trabajo, miedo a la violencia difusa, miedo de los peligros conocidos y desconocidos de la nueva tecnología.
Este miedo empieza a parecerse al provocado en la Edad Media por el hambre, los bandidos y las invasiones y que impulsó a los campesinos a entregar sus tierras y su libertad al señor feudal a cambio de protección. Junto con todo esto, en el momento de enormes logros por parte de la ciencia, resurgen del subconciente de la historia en actos, impulsos  irracionales de abdicación de la voluntad frente a una hipotética divinidad y a sus muy reales sacerdotes (la creencia en Dios no es necesariamente antilibertaria. Peligra la libertad cuando se les reconoce a otros hombres la autoridad de hablar en nombre de ese Dios). Las corrientes religiosas fueron siempre fuertes. De todos modos, ahora su incremento, la mayor audiencia que tienen los predicadores de las distintas sectas, los varios fundamentalismos que masacran en nombre de Dios, contribuyen a crear un clima afín al de la Edad Media de la civilización occidental.
El tema no es solo descriptivo o interpretativo. Pienso que valga la pena discutirlo, por que implica cierto desplazamiento en la táctica y el lenguaje"
Luce Fabbri.
Opción Libertaria Nº 30 (enero 1999).

sábado, 9 de abril de 2011

Domingo

Amaneció de golpe. Una día más de recriminaciones. Intentaba resistir el ataque, teniendo en cuenta que no hacía mucho me había desaparecido algunos días. Días de dudas y simples ganas de estar solo, pero ya no estaba solo, hacía tiempo que no estaba solo. Así que pagaba las consecuencias de mis intenciones de desaparecer. La discusión se fue estirando, alargando y ensanchando y cada vez mas alta. Decidió irse, de golpe. Igual de cómo había amanecido. Claras consecuencias de mi desaparición de hace unos días. Todo evento, decisión u acción, tiene consecuencias y yo las estaba pagando, era claro. Cometí un error, que ella no había cometido hace unos días cuando yo decidía desaparecer. La detuve. Le pedí que no se fuera. Comenzamos a conversar, pero los ánimos no eran para una charla amena. Cuando uno pretende algo del otro y no lo recibe, se desilusiona y allí vienen las recriminaciones. Yo ya las conocía, pero igual las escuche una vez más. Volvimos a discutir. Consecuencia de lo pasado días atrás. Decidí irme, no para siempre. Solo por un rato. No me acompañó.  Fui a la feria, visite los mismos puestos, leí la contratapa de los mismos libros y nuevamente no los compre. Deambule por las mismas calles que transito todos los domingos. Sentí placer, a pesar de ser una actividad semanal. Actividad que repito cada domingo. Me gusta. De a ratos miraba el teléfono para ver si había un mensaje. Volver. Donde estas. No sé que quería encontrar. Igual no había nada. Así que escribí yo. Pero nada. Era el cumpleaños de mi hermana, así que le compre una planta y fui a almorzar con ella. En el viaje pensé mil una excusas para explicar porque iba solo, novecientas noventa y nueve muy poco creíbles y una mentira que todos reconocerían como tal. La familia no es la mejor consejera y no tenía ganas de escuchar recomendaciones, recetas o ejemplos de sus peleas conyugales. No quería que compararan o pensaran que era claro que esto iba a suceder y volvieran las recriminaciones que había escuchado en la mañana. Llegue a la casa de mi hermana que estaba cumpliendo anos, como nunca recuerdo el apartamento en el que vive, la llame desde la puerta. Ya no se sorprende, más de uno debería tener la misma actitud. Por que esperar algo que no va a suceder. Cuando bajo, pregunto por ella. Rápidamente mentí y transcurrido un segundo dije la verdad. Mi hermana es una persona muy práctica, cualidad que admiro. Cosas que pasan dijo. Le di la planta, me disculpe por no saber que obsequiarle. La planta todavía tenía el cartel con el precio, volví a disculparme. No sé bien si por haber gastado tan poco en su regalo de cumpleaños o por no haber tenido la delicadeza de prestar atención y quitar el papelito que decía el valor del regalo. De todas maneras creo que le gusto. Al menos había más plantas en su casa, por lo que presumo que no le desagradan. Subí al apartamento sin fijarme el numero, por lo que la próxima vez que la visite, quizás en su próximo cumpleaños, será necesario llamarla desde la puerta de calle. Mi cuñado estaba con mis sobrinas. Luego del saludarme pregunto por ella, mentí y un segundo después dije la verdad. No obtuve respuesta. El no es tan práctico. Llego el resto de los integrantes de mi familia y mentí. Segundos después volví a mentir y mantuve la mentira. Ya no tenía ganas de contar. Cuando uno está mal, definitivamente una reunión familiar es una mala opción para distraerse. En el caso de que eso sea lo que uno busca. Yo buscaba la solución, pero estaba lejos de encontrarla. Estuve en la casa de mi hermana, en su cumpleaños, hasta que me agote. Me fui. Decline la invitación de mi padre a llevarme a casa. Volvía y tenía que pensar una solución, no quería llegar a discutir. Llegue y ella dormía, agarre los cigarros y llame a la perra. Fui a la esquina y fume y pensé. No había ni táctica, ni estrategia. Solo quería estar tranquilo, buscarle la vuelta. Estire el cigarro, mientras la perra paseo hasta echarse a mis pies. Pasaba gente, parejas discutiendo, autos. A media cuadra se escuchaba cantos y aplausos. Iglesia de los Milagros Primitivos rezaba el cartel desde donde provenían las voces y las palmas. Cada tanto salía una persona con una sonrisa. Yo sabía que la iglesia no era mi solución, aunque si parecía la solución de los que de allí salían. Por que buscar milagros y porque milagros primitivos. Qué diferencia tenían estos con los milagros modernos. No podía ingresar en medio del canto y hacer esa pregunta. Seguramente me tentaría y eso no les iba a gustar. Pero por un instante pensé si un milagro, primitivo o moderno me serviría de ayuda. Desistí de esa idea. Prefiero tener la duda de lo que es un milagro primitivo. Termine el cigarro, decidí entrar. Por suerte seguía dormida, verdaderamente quería evitar una nueva discusión. Ella continuaba allí porque yo la había detenido en la mañana. Sabía que no quería que se fuera. Como todos supongo que tengo miedo de estar solo, al menos al principio. Pero ahora no quería que discutiéramos porque ella estuviera ahí. Mire desde la puerta del cuarto. Estaba dormida. Decidí encender la computadora y ponerme a escribir esto que no se bien que es. Un relato o simplemente lo que estaba en mi cabeza. No sentí ruidos. El sol cayó. Decidí disculparme, intentarlo una vez más. La mesa de luz estaba llena de pastillas, el frasco estaba en el piso, vacio. Muy tarde para despertar.

martes, 29 de marzo de 2011

"Una vida es mucho tiempo para dos personas..."

Luego de una dosis de dentista, dejar la boca abierta hasta casi quedarme dormido y despertar un tanto temeroso al escuchar el torno que se dispone a generar dolor, deje la sala de tortura llamada socialmente consultorio dental para dirigirme a mi primer día de clase. Faltaba una hora y debía hacer tiempo caminando tranquilo, en el triste andar del que va mirando vidrieras en medio de los que van y vienen apurados, me encontre con un supermercado ocupado por sus empleados que exigen un sueldo mas digno, por que sobreviven con algo mucho peor que lo que piden y llegue a las puertas de cinemateca. Del 24 al 30 de marzo Shotgun Stories de Jeff Nichols 17.50, 19.30 y 21.10 hs.
Verdaderamente necesitaba estar en mi primer día de clases, pero el afiche, el título y las ganas de entrar a esa sala de cine...Me fui a la explanada de la intendencia, faltaban mas de cuarenta minutos para la clase y para el comienzo de la función. Mire pasar a la gente y a la que ahí hacia cosas, realmente es un lugar concurrido, parejas que se encuentran, gente sola escuchando música, dos que se disponían a saborear una cerveza pero que fueron invitados a salir por la policia y casi increiblemente gente mirando la pantalla gigante de IMPO, el edificio antiguamente conocido por ser la sede del diario oficial, ostenta una pantalla gigante a la altura de su segundo piso, la cual esta constantemente transmitiendo el canal municipal y si, la gente se sienta en la escalinata a ver TV Ciudad en medio del ruido de los bondis y los autos de la principal avenida. Pues bien, no tuve mas remedio que responder a mi impulso cinéfilo y dirigirme hacia la sala que ostenta la pantalla mas grande del país.
Shotgun Stories o historia de escopetas en español, es la opera prima de Jeff Nichols y no es una pelicula de acción como puede hacer pensar su nombre, mucho mas cerca de Una historia sencilla de Lynch y a medio camino de Una historia violenta de Cronemberg, la película cuenta la historia de tres hermanos en un pequeño pueblo del sudoeste de los Estados Unidos. Tres hermanos abandonados hace mucho tiempo por un padre alcoholico, quien de cierta forma les hizo un favor al irse con una mujer mas joven y formar otra familia bajo las leyes de dios y no tanto favor abandonandolos al cuidado de una madre resentida que no midió consecuensias al momento de enseñar a odiar.  Son, Kid y Boy son los nombres con los cuales su padre los llamo, dando claras señales de la clase de católicos que uno puede encontrar en el camino. El fresco del comienzo no promete demasiado, pequeño pueblo donde nada sucede y todo pasa. Son, el mayor, es un jugador que pretende hacer saltar la banca en un Casino cercano y por tal motivo su esposa decide llevarse a su hijo por un tiempo. Kid, el del medio, vive en su camioneta para no tener que pagar alquiler, ya que si tuviera que hacerlo debería conseguir un trabajo. Boy, el menor, veinteañero y con una novia que prentende matrimonio se plantea lo dificil de tomar decisiones en la vida, sin camioneta, viviendo en una carpa y es que para él, una vida es mucho tiempo para dos personas. El detonante es la muerte del padre. Los hijos abandonados deciden ir al funeral y dar un pesame un tanto especial, teniendo en cuenta los sentimientos que este hombre de fe despertaba en ellos. El encuentro con su viuda y los hijos de esta es un quiebre y ponerle punto final insumira el resto de la cinta. Tres hermanos por un lado, cuatro por el otro. Unos los pobres y abandonados, sin futuro, dueños de nada. Los otros algo así como los ricos del pueblo, prepotentes y ofendidos por que el nombre de su padre ha sido ensuciado. Pero es que un hombre por mas que mude su ropa y vista con prendas prestadas sigue siendo el mismo hombre. La venganza toma caminos que son fáciles de imaginar, aunque la mirada y el desenlace trágico del relato deja una luz de esperanza sobre decisiones que si bien no pueden revertir los sucesos que han comenzado quizas los puedan detener y dejar que el tiempo continúe corriendo, al ritmo de un punteo de guitarra que marca los tiempos a lo largo de la película.

domingo, 23 de enero de 2011

No puedes escribir una historia de amor. (Bukowski)

Margie iba a salir con este tío pero cuando salían el tío se encontró con otro tío vestido con un abrigo de cuero y el tío del abrigo de cuero abrió el abrigo de cuero y le enseñó al otro tío sus tetas y el otro tío se dirigió a Margie y le dijo que no podía mantener su cita porque el tío del abrigo de cuero le había enseñado las tetas y tenía que ir a follarse a ese tío. Así que Margie se fue a ver a Carl. Carl estaba en su casa, y Margie se sentó y le dijo:
-Este tío iba a llevarme a la terraza de un café, íbamos a beber algo de vino y a hablar, sólo beber vino y hablar, nada más, pero en en camino este tío se encontró a otro tío con un abrigo de cuero, y el tío del abrigo de cuero le enseñó sus tetas al otro tío y ahora este tío se ha ido a follar con el tío del abrigo de cuero, así que me quedé sin mesa, sin vino y sin charla.
-No puedo escribir nada -dijo Carl-. He perdido la inspiración.
Entonces se levantó y se fue al baño, cerró la puerta, y se puso a cagar. Carl echaba cuatro o cinco cagadas al día. No tenía otra cosa que hacer. Se bañaba cuatro o cinco veces al día. No tenía otra cosa que hacer. Se emborrachaba por la misma razón.
Margie oyó el ruido de la cadena del retrete. Carl salió.
-Ocurre simplemente que un hombre no puede escribir ocho horas al día. Ni siquiera puede escribir todos los días, ni todas las semanas. Agota su mente, es una desesperación fija. Ahora no puedo hacer otra cosa que esperar.
Carl se fue hacia el frigorífico y salió con un paquete de seis cervezas. Abrió un botellín.
-Soy el escritor más grande del mundo -dijo-. ¿Sabes lo difícil que resulta?
Margie no contestó.
-Puedo sentir cómo el dolor se arrastra por todo mi ser. Igual que una segunda piel. Me gustaría poder cambiar de piel como las serpientes.
-Bueno, por qué no te revuelcas en la alfombra y tratas de desprendértela?
-Escucha -preguntó él-. ¿Dónde te conocí?
-En la tienda de legumbres de Barney.
-Bueno, eso lo explica un poco. Tómate una cerveza.
Carl abrió una botella y se la pasó.
-Ya -dijo Margie-, ya sé. Necesitas tu soledad. Necesitas estar solo. Excepto cuando necesitas algo, excepto cuando cortamos de una vez y entonces te sientes perdido y en seguida te pones a llamar por teléfono diciéndome que me necesitas, que te estás muriendo de la resaca. Eres débil y te rajas rápido.
-Sí, me debilito rápido.
-Y eres tan estúpido conmigo, nunca te pones caliente. Vosotros los escritores sois tan... delicados... No podéis soportar a la gente. La humanidad hiede, ¿cierto?
-Cierto.
-Pero cada vez que cortamos empiezas a dar fiestas gigantescas de cuatro días. Y de repente te vuelves ingenioso. ¡Empiezas a hablar! De repente estás lleno de vida, hablando, bailando, cantando. Bailas en la mesita de café, lanzas botellas por la ventana, interpretas fragmentos de Shakespeare. De repente estás vivo, cuando yo me voy. ¡Oh, me han contado cosas acerca de esto!
-No me gustan las fiestas. Me disgusta especialmente la gente en las fiestas.
-Pues para ser un tío al que no le gustan las fiestas, celebras unas cuantas.
-Escucha, Margie, no entiendes. Ya no puedo escribir. Estoy acabado. En algún lugar torcí el rumbo. En algún lugar morí en medio de la noche.
-De la única manera en que te vas a morir es de una de tus monumentales resacas.
-Jeffers dijo que incluso los hombre más fuertes pueden quedar atrapados.
-¿Quién fue Jeffers?
-Fue el tío que convirtió el Gran Sur en una trampa para turistas.
-¿Qué vas a hacer esta noche?
-Iba a irme a escuchar las canciones de Rachmaminoff.
-¿Quién es ese?
-Un ruso muerto.
-Mírate. Te quedas ahí sentado como un idiota.
-Estoy esperando. Algunos tíos aguardan dos años. A veces la inspiración no vuelve nunca.
-Supón que no te vuelve nunca.
-Entonces me pondría mis zapatos y bajaría andando por Main Street.
-¿Por qué no te buscas un trabajo decente?
-No hay ningún trabajo decente. Si un escritor abandona la creación, está muerto.
-¡Oh, vamos, Carl! Hay millones de personas en el mundo que no trabajan en la creación. Quieres decir que están muertas?
-Sí.
-¿Y tú tienes alma? ¿Eres de los pocos con alma?
-Podría decirse que sí.
-¡Podría decirse que sí! Tú y tu miserable maquinita de escribir! Tú y tus cheques enanos! Mi abuela gana más dinero que tú!
Carl abrió otra botella de cerveza.
-¡Cerveza! ¡Cerveza! ¡Tú y tu condenada cerveza! Está presente incluso en tus historias: < Marty cogió su cerveza. Al levantar su mirada, vio a una magnífica rubia entrar en el bar y sentarse a su lado... > Tienes razón. Estás acabado. Tu material es limitado, muy limitado. No puedes escribir una historia de amor, ni siquiera puedes escribir una decente historia de amor.
-Tienes razón, Margie.
-Si un hombre no puede escribir una historia de amor, es un inútil.
-¿Cuántas has escrito tú?
-Yo no pretendo ser escritora.
-Pero -dijo Carl-, pareces tomar una pose de estúpido crítico literario.
Margie se fue pronto después de eso. Carl se sentó y bebió el resto de las cervezas. Era verdad, la literatura le había abandonado. Esto haría felices a sus enemigos de las catacumbas. Podrían subir un jodido escalón. La muerte les complacía, tanto a subterráneos como a escritores con éxito. Recordaba a Endicott, sentado allí y diciendo: .
Sonó el teléfono. Carl lo cogió.
-¿Señor Gantling?
-¿Sí? -contestó.
-Quisiéramos saber si a usted le gustaría venir a dar una lectura en el Fairmont College.
-Bueno, sí. ¿Para qué fecha?
-El treinta del mes próximo.
-No creo tener nada que hacer para entonces.
-Nuestra paga usual son cien dólares.
-Me suelen dar ciento cincuenta. Ginsberg cobra mil.
-Pero es Ginsberg. Sólo podemos ofrecerle cien dólares.
-De acuerdo.
-Muy bien, señor Gantling. Le mandaremos los detalles.
-¿Qué me dice del viaje? Son varias horas de carretera.
-De acuerdo, veinticinco dólares por el viaje.
-O.K.
-¿Le gustaría hablar a los estudiantes en sus clases?
-No.
-Hay un almuerzo gratis.
-Entonces sí.
-Muy bien señor Gantling, estaremos por el campus esperándole.
-Adiós.
Carl dio una vueltas por la habitación. Miró la máquina de escribir. Puso una cuartilla de papel en el rodillo, se asomó a la ventana y vio pasar a una chica con una minifalda increíblemente corta. Empezó a escribir.
Carl cogió su cerveza. Era agradable volver a escribir de nuevo.