martes, 29 de marzo de 2011

"Una vida es mucho tiempo para dos personas..."

Luego de una dosis de dentista, dejar la boca abierta hasta casi quedarme dormido y despertar un tanto temeroso al escuchar el torno que se dispone a generar dolor, deje la sala de tortura llamada socialmente consultorio dental para dirigirme a mi primer día de clase. Faltaba una hora y debía hacer tiempo caminando tranquilo, en el triste andar del que va mirando vidrieras en medio de los que van y vienen apurados, me encontre con un supermercado ocupado por sus empleados que exigen un sueldo mas digno, por que sobreviven con algo mucho peor que lo que piden y llegue a las puertas de cinemateca. Del 24 al 30 de marzo Shotgun Stories de Jeff Nichols 17.50, 19.30 y 21.10 hs.
Verdaderamente necesitaba estar en mi primer día de clases, pero el afiche, el título y las ganas de entrar a esa sala de cine...Me fui a la explanada de la intendencia, faltaban mas de cuarenta minutos para la clase y para el comienzo de la función. Mire pasar a la gente y a la que ahí hacia cosas, realmente es un lugar concurrido, parejas que se encuentran, gente sola escuchando música, dos que se disponían a saborear una cerveza pero que fueron invitados a salir por la policia y casi increiblemente gente mirando la pantalla gigante de IMPO, el edificio antiguamente conocido por ser la sede del diario oficial, ostenta una pantalla gigante a la altura de su segundo piso, la cual esta constantemente transmitiendo el canal municipal y si, la gente se sienta en la escalinata a ver TV Ciudad en medio del ruido de los bondis y los autos de la principal avenida. Pues bien, no tuve mas remedio que responder a mi impulso cinéfilo y dirigirme hacia la sala que ostenta la pantalla mas grande del país.
Shotgun Stories o historia de escopetas en español, es la opera prima de Jeff Nichols y no es una pelicula de acción como puede hacer pensar su nombre, mucho mas cerca de Una historia sencilla de Lynch y a medio camino de Una historia violenta de Cronemberg, la película cuenta la historia de tres hermanos en un pequeño pueblo del sudoeste de los Estados Unidos. Tres hermanos abandonados hace mucho tiempo por un padre alcoholico, quien de cierta forma les hizo un favor al irse con una mujer mas joven y formar otra familia bajo las leyes de dios y no tanto favor abandonandolos al cuidado de una madre resentida que no midió consecuensias al momento de enseñar a odiar.  Son, Kid y Boy son los nombres con los cuales su padre los llamo, dando claras señales de la clase de católicos que uno puede encontrar en el camino. El fresco del comienzo no promete demasiado, pequeño pueblo donde nada sucede y todo pasa. Son, el mayor, es un jugador que pretende hacer saltar la banca en un Casino cercano y por tal motivo su esposa decide llevarse a su hijo por un tiempo. Kid, el del medio, vive en su camioneta para no tener que pagar alquiler, ya que si tuviera que hacerlo debería conseguir un trabajo. Boy, el menor, veinteañero y con una novia que prentende matrimonio se plantea lo dificil de tomar decisiones en la vida, sin camioneta, viviendo en una carpa y es que para él, una vida es mucho tiempo para dos personas. El detonante es la muerte del padre. Los hijos abandonados deciden ir al funeral y dar un pesame un tanto especial, teniendo en cuenta los sentimientos que este hombre de fe despertaba en ellos. El encuentro con su viuda y los hijos de esta es un quiebre y ponerle punto final insumira el resto de la cinta. Tres hermanos por un lado, cuatro por el otro. Unos los pobres y abandonados, sin futuro, dueños de nada. Los otros algo así como los ricos del pueblo, prepotentes y ofendidos por que el nombre de su padre ha sido ensuciado. Pero es que un hombre por mas que mude su ropa y vista con prendas prestadas sigue siendo el mismo hombre. La venganza toma caminos que son fáciles de imaginar, aunque la mirada y el desenlace trágico del relato deja una luz de esperanza sobre decisiones que si bien no pueden revertir los sucesos que han comenzado quizas los puedan detener y dejar que el tiempo continúe corriendo, al ritmo de un punteo de guitarra que marca los tiempos a lo largo de la película.